Salva Reina protagoniza ‘Malaka’. (Fuente: TVE)
No han sido pocas las series españolas que, tras un comienzo prometedor frente al público, acaban arrastrándose por la parrilla. A Matadero, por ejemplo, le sucedió el año pasado. Pero pocas veces el batacazo posterior ha ido tan pegado al estreno como le ha sucedido a Malaka, la última propuesta de Televisión Española con la que querían mantener el interés por el género del thriller.
La ficción que lideran Salva Reina y Maggie Civantos llegó con buen pie. Su doble estreno anotó 1.874.000 espectadores y 13,5% de share en el primer episodio y 1.523.000 espectadores y 15,6% de share en el segundo. Era más que un aprobado para los tiempos que corren, aunque la fuga de 350.000 espectadores entre un capítulo y otro no era buena señal. ¿Había errado la cadena programando dos episodios seguidos? ¿era la serie suficientemente adictiva como para que la audiencia volviese en la siguiente jornada?
Esta mañana se confirmaba la catástrofe: Malaka sucumbía ante la competencia (Antena 3 y Telecinco habían lanzado La Voz Kids y Got Talent España respectivamente) y se quedaba en un pobre 9% de share con 1.341.000 espectadores. Queda por ver si ha tocado fondo o no, pero la caída no es nada halagüeña y ya podemos empezar a preguntarnos qué ha fallado en una serie que en su comienzo congregó a un buen número de espectadores.
Aunque sea poco común, comprendo la decisión de poner dos episodios seguidos. Así lo hicieron los responsables de la serie en el FesTVal de Vitoria ante la prensa y no fue complicado captar por qué: el primer episodio era denso y presentaba muchas tramas sin demasiado orden, mientras que con el segundo la historia empezaba a encontrar su cauce. Sin embargo, pretender que el espectador aguante dos horas de visionado hasta empezar a entender de qué va la vaina me parece algo ingenuo. Malaka tenía un mal episodio como carta de presentación y contra eso poco se puede hacer; tal vez un remontaje.
Entiendo que haya cierto consenso en que TVE, como televisión pública que es, no debe competir con las privadas y puede permitirse como nadie experimentar y probar en abierto con cosas que solo el cable se atrevería. Pero de ahí a que Malaka sea ese producto, hay un mundo. Por mucho que el acento esté marcado, por mucha verdad que se busque y mucha cámara al hombro que utilice, o por muchas ínfulas de ser la The Wire patria que se noten, para mí Malaka no deja de ser otro thriller español que empieza con una chica muerta. Otro más.
Crítica: ‘Malaka’ juega en terreno complicado
La ficción de Televisión Española propone un tono que no acaba de controlarfueradeseries.com