Freddie Highmore interpreta al doctor Shaun Murphy. (Fuente: AXN / Ilustración: FDS)
The Good Doctor es uno de los estrenos más exitosos de la temporada. La experiencia de su protagonista, el doctor Shaun Murphy, trabajando en un gran hospital, salvando la vida de pacientes que necesitan cirugías críticas y relacionándose con sus compañeros ha cautivado a no pocos espectadores, y lo ha hecho teniendo en su centro a un personaje que, habitualmente, suele presentarse en televisión de un modo un poco más “extremo”. Porque Shaun Murphy es autista y, por eso, su serie ha sido observada de cerca por asociaciones y personas que se encuentran también en el espectro.
Con motivo del Día Mundial del Autismo, AXN ha querido sumarse a su celebración cambiando su color corporativo del rojo al azul, apoyando a la concienciación sobre este trastorno en colaboración con la Confederación Autismo España y emitiendo una pieza en la que Freddie Highmore, que interpreta a Shaun, habla sobre cómo estas personas pueden llevar una vida normal si reciben la atención adecuada. Ese retrato positivo es el mismo que quiere ofrecer The Good Doctor.
De hecho, desde su estreno el pasado otoño, han aparecido varias críticas de personas que están en el espectro del autismo sobre lo que ven en la serie de su condición. Las hay que se fijan en que sus síntomas están bien representados, como que Shaun se retuerza las manos cuando se encuentra en una situación estresante o que evite el contacto visual directo. Otras apuntan que autistas con el síndrome de Savant, como él, son un porcentaje bastante bajo de todo el colectivo, pero que el doctor Murphy se enfrenta a la misma incomprensión social que otras personas menos inteligentes. Y existen críticas que señalan que The Good Doctor puede ayudar a visibilizar a estas personas y a romper los tabúes que todavía existen sobre ellas.
Shaun lleva una vida normal. Sí, puede descubrir antes que nadie de qué está enfermo un paciente y sus interacciones sociales son, a veces, incómodas, pero se preocupa por las personas que están a su cuidado y quiere hacer su trabajo lo mejor posible. Su aparición en televisión puede ser la primera toma de contacto que algunos espectadores tengan con el autismo, y con alguien en un espectro altamente funcional, y puede ayudarles a cambiar algunas ideas preconcebidas sobre este trastorno.
La serie trabaja con asesores para que su retrato de Shaun sea lo más realista posible, teniendo en cuenta que, al fin y al cabo, es el protagonista de una serie de televisión, un protagonista que, a lo mejor, no habría podido verse representado de esta manera hace unos años. David Shore, responsable de The Good Doctor, afirma que “éste es un personaje que a las cadenas les podría haber dado miedo poner en televisión, miedo de que no nos identificáramos con él, hace diez años. Creo que el mundo está mejorando, pese a que hay pruebas de lo contrario. Estamos viendo un personaje que no estamos acostumbrados a ver en televisión y nos identificamos con él”.