Jude Law, en una imagen de ‘The New Pope’. (Fuente: HBO España)
Paolo Sorrentino, creador de The Young Pope y de su continuación, The New Pope, es un director conocido por las elecciones musicales de sus películas. Rara vez se ajustan a las expectativas del espectador pero, una vez se escuchan, es imposible imaginarse esas imágenes sin esa música acompañándolas. En La gran belleza, por ejemplo, utilizaba una remezcla de Bob Sinclair de un clásico de Raffaella Carrá, Far l’amore, y para los títulos de crédito de The Young Pope tiraba de una versión instrumental de All along the watchtower que dejaba claro que su serie no iba a ser como las demás.
En The New Pope, el rock and roll deja paso a la electrónica y a una sensación de fiesta hedonista. La temporada sigue siendo irreverente y viendo a sus cardenales, sus papas y sus fixers a sueldo del Vaticano como hombres corrientes que se dejan llevar por pulsiones corrientes, aunque sus sotanas hagan creer que están por encima de ellas, y los nuevos créditos se mueven en la misma dirección.
La canción elegida es Good time girl, del dúo Sofi Tukker, a cuyos sones bailan varias novicias que, con el paso de los episodios, se dejan llevar más y más por una letra que, entre cosas, dice “aquí estoy, jugando sola, yo y mi complejo de superioridad. Aquí estoy, jugando sola, yo y mi concurso de inferioridad. No voy ganando, pero me lo estoy pasando muy bien”.
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