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Crítica: ‘Star Trek: Picard’ 1×03 — ‘El final es el principio’

(Fuente: CBS All Access)

Mientras vamos viendo cómo Picard pone en marcha su misión clandestina de ¿rescate?, Star Trek: Picard nos está enseñando también lo que hizo que abandonara la Flota Estelar en su momento. Como ya ha comentado en otros episdios, el almirante sentía que aquella ya no era la institución a la que había dedicado su vida; había dejado que el miedo la gobernara, y el miedo había llevado a que se volviera más cerrada en sus normas y más intolerante. Aparte, claro, de que realmente había una conspiración en su interior para sabotear el rescate de los romulanos. Por qué ellos mismos querían hacer algo así es la incógnita que se queda en el aire, de momento.

A quien tenemos la oportunidad de conocer mejor es a Raffi, antigua oficial a las órdenes de Picard que fue quien sufrió más directamente las consecuencias de la dimisión del almirante y de su fracaso en conseguir que la Flota aprobara su plan de evacuación. Evoluciona hasta convertirse en el arquetipo del piloto fuera de la ley y con muchos secretos que es tan habitual encontrarse en las space operas, y al que también se pliega Cristóbal Ríos, ese capitán hispano que lee a Unamuno (en inglés).

El libro se titula Del sentimiento trágico de la vida y, en él, el filósofo exponía lo que para él era la gran tragedia de la existencia, la lucha sin resolución entre el razonamiento científico, incapaz de ofrecer un sentido a la vida, y la moral religiosa sin justificación personal. El clásico enfrentamiento entre el corazón y la razón, que es algo que los personajes de esta serie están afrontando o harán a muy poco tardar.

(Fuente: CBS All Access)

Es igualmente la dicotomía en la que se mueven los ex Borg, Este capítulo nos enseña que los romulanos dan a algunos de estos hombres-máquina una individualidad y un propósito alejados del Colectivo uniformador. Trabajan codo con codo con ellos en el Proyecto Recuperador del Cubo y hasta tienen algunos puestos de responsabilidad. Uno de sus jefes es un ex Borg. Aquí descubrimos que, precisamente, una nave imperial romulana fue la última asimilada por ese Cubo, pero el proceso salió mal y los tripulantes quedaron en un estado que se podría describir como catatónico. Entre ellos iba Ramdha, una experta en mitos romulanos que nos da la gran revelación del episodio.

Porque, como no podía ser de otra manera, Dahj y Asha estaban destinadas a algo grande, a algo con potencial para cambiarlo todo o para destruir el universo, que es lo que grita Ramdha. La dualidad de esas hermanas (una que parecía salvadora y la otra, destructora) se traslada tanto a la doble condición de orgánicos y máquinas de los Borg como a la labor de agente doble de Narek.

¿Son realmente esas sintéticas mensajeras del apocalipsis? Picard no sabe bien dónde se está metiendo, igual que no sabe lo que oculta Raffi ni lo que se van a encontrar en ese NubeLibre que parece, a priori, el planeta casino de la Galáctica, estrella de combate de los 70. Pero está claro que el espacio es su hogar. Que suene la sintonía de Star Trek: La nueva generación (que es también la de la película de Star Trek de 1979) cuando la nave inicia su andadura lo deja bien claro.

P.D.: El título en inglés del capítulo es The end is the beginning, que a mí me recuerda a la canción que Smashing Pumpkins compusieron para Batman y Robin.

Todas las críticas de ‘Star Trek: Picard’ T1

La primera temporada de ‘Star Trek: Picard’ está disponible todos los viernes en Amazon Prime Video.

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