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7 curiosidades que desveló el equipo de ‘La línea invisible’ en el FDS Live! #12

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Mariano Barroso, en el rodaje de ‘La línea invisible’. (Fuente: Lisbeth Salas/Movistar+)

El pasado lunes regresamos a la página web del Espacio Fundación Telefónica para celebrar un nuevo FDS Live! Conducido por Alberto Rey, junto con Marina Such y Álvaro Onieva, el evento contó con la presencia del equipo de La línea invisible, la nueva serie de Movistar+ sobre los orígenes de ETA. Las estrellas Antonio de la Torre, Àlex Monner y Enric Auquer y el director de los episodios (y presidente de la Academia de Cine), Mariano Barroso, charlaron con nuestros redactores y desvelaron curiosidades de esta serie incómoda pero necesaria.

FDS Live! #12: ‘La línea invisible’

Estas son algunas de las cosas interesantes que nos contaron:

Los atractivos del proyecto

Mariano Barroso se incorporó a su segunda serie para Movistar+ (su debut en la plataforma fue El día de mañana) cuando el proyecto “ya llevaba varios años desarrollándose” a manos de Michel Gaztambide, Alejandro Hernández y el creador, Abel García Roure. Lo que le atrajo de él, según nos contó, fue que “la historia que cuenta es una especie de zona oscura, un ángulo muerto que no se conoce, y me parecía fundamental conocerlo. Todos tenemos tanta información de lo que pasó después que, de alguna manera, eso ha eclipsado lo que pasó antes”.

Para Antonio de la Torre, que da vida a Melitón Manzanas, La línea invisible tenía tres grandes atractivos, “y no necesariamente en este orden: uno, el contexto de un sueño que devino en pesadilla; dos, el personaje, sobre el que hay mucha leyenda y poco conocimiento; y luego, trabajar con Mariano. Nos conocemos prácticamente desde que yo decidí ser actor”.

Historias maniqueas

Barroso nos hizo entender que, en esta historia, todo es más complejo de lo que uno podría imaginar: “Uno de los grandes hallazgos al empezar la serie fue que en este mundo tan plano, tan maniqueo, de repente descubres que el jefe de la policía social y política del franquismo en la provincia de Guipúzcoa, que había estado formado en la Gestapo, resulta que era un tipo de Irún que hablaba euskera; y el primer líder de ETA no entendía ni una frase”.

Para pulir esta visión estereoscópica de los hechos, de la Torre se puso en contacto con un familiar de Manzanas. “A sus ojos, era un padre ejemplar, un hombre encantador, y nunca torturó. Luego nos vamos al otro lado, y un informe del gobierno de Euskadi recoge 3.500 casos documentados de torturas, desde el año sesenta y tantos hasta el dos mil y pico, ojo, en democracia”.

Fangos en los que ahora sí podemos entrar

Alberto Rey preguntó a Mariano Barroso si hacer una serie como la suya era meterse en unos fangos en los podemos entrar ahora porque la banda terrorista ya no existe. “Seguro”, contestó el director. “Cuando estás en medio de la tormenta es imposible hablar. El tiempo ya ha ido dejando caer las suficientes capas. Aunque la cosa está muy viva allí: cuando llegas al País Vasco y preguntas sobre el tema, ves que hay una especie de dualidad. La gente no quiere hablar del tema pero, por otra parte, no puede evitarlo. Y ahora es tiempo de hacerlo”.

Les preguntamos, además, por la capacidad de la ficción para conformar una memoria colectiva sobre un hecho real, algo que Javier Calvo y Javier Ambrossi comentaron en otro de nuestros eventos a propósito de su serie Veneno. “Eso lo decía Manolo Martín Cuenca: una película cuenta más que ochenta telediarios”, concedió Antonio de la Torre. Para él, es muy importante explorar los factores tras la creación de la banda armada. “La violencia nunca tiene justificación, pero sí explicación. Siempre, de hecho”. Para hablar de lo inefable, el actor considera que hay que acercarse con alma de periodista: “Es lo que a mí más me interesa, me parece hasta casi una obligación. Creo que haces un servicio. El relato siempre sirve para la reflexión”.

¿Mariano Barroso es un autor?

Aprovechamos para preguntar al presidente de la Academia de Cine por la figura del autor, predominante en el cine europeo, pero clave también para entender la oferta seriada de Movistar+. Contestó que no sabe hacer las cosas sin implicarse: “A veces tienes que hacerlas por alimentarte, pero amo demasiado el cine y, por suerte, tuve maestros que me hicieron respetarlo. Además, ¿qué es un autor? Yo vengo de un cine en el que casi ningún director escribía sus propios guiones. No siento que sea víctima de la psicosis de autor, pero sí considero que lo soy en el sentido de que me implico hasta arriba. Creo que a veces los autores están sobrevalorados, y no hay tantos”.

Actores “con los que hay que trabajar”

Aunque se arrogase para él el mérito de implicarse hasta la médula, el director se esforzó en reconocer que los actores (“aquellos con los que hay que trabajar”, al menos) van mucho más allá de las líneas escritas y, por tanto, son responsables también de parte de la autoría de la obra. “Eso lo tienen Anna [Castillo], Àlex y Enric”, afirmó el realizador, que solo tiene buenas palabras para su reparto: “Àlex es totalmente cerebral e interectual; y Enric es una especie de hormona andante. Un corazón con patas”.

¿Personajes reales o ficticios?

Tanto Àlex Monner como Enric Auquer revelaron al equipo de Fuera de Series que encontraron bastantes dificultades para hacerse con información sobre los referentes reales de sus personajes. Las personas que los habían conocido y con las que pudieron ponerse en contacto no ofrecían más que unas pinceladas básicas, por lo que los intérpretes prefirieron centrarse en los caracteres descritos en el libreto. “Son dos personajes que tampoco están en el imaginario colectivo de los españoles”, quitaba hierro Auquer, “así que era mejor olvidarnos de cómo eran exactamente”. Monner añadió: “Tuve que dejar de pensar en interpretar el Txabi [Etxebarrieta, su personaje] que yo pensaba que había existido. Mi viaje fue encontrar al que estaba dentro de la historia”.

Cómo es tener a Mariano Barroso de director

Cuando preguntamos a los intérpretes por la experiencia de ponerse a las órdenes de un realizador de la talla de Barroso, el presidente de la Academia no estaba presente, así que contamos con la total sinceridad de las confidencias. “Va a sonar a peloteo”, bromeó de la Torre, “pero es que ojalá me vuelva a llamar para otra cosa, porque es relajado, empático, con las ideas claras. No sucumbe a la tensión, al estrés o a la histeria. No tiene ego”. Coincidió con él Auquer, que añadió que “entiende muy bien el cine. No se queda como figura de director; se abre bastante a ser tu amigo. Le pierdes el miedo”. Monner incluso se permitió recurrir a él a horas intempestivas: “Lo puedes llamar a cualquier hora con una duda, que te lo va a coger”.

‘La línea invisible’ puede verse completa bajo demanda en Movistar+.

Crítica: ‘La línea invisible’ radiografía a las personas detrás de ETA
La serie de Movistar+, que se estrena hoy, está más interesada en el drama humanofueradeseries.com

antonio

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