Plum Kettle en una imagen del primer episodio de ‘Dietland’. (Fuente: AMC)
Dietland duele si eres una mujer gorda. Porque te ves. Constantemente. En los gritos de la calle; en las tiendas que te explican entre risitas que allí no encontrarás ropa para ti; en las cajas de ropa comprada para el año que viene, cuando hayas alcanzado tu peso; en los comentarios fuera de lugar que constantemente aguantas del taxista, del vecino, del señor que pasa por tu lado.
Tras cada tipo que dice que es que él sólo se fija en el interior, hay una voz que te recuerda que alguien quizás te vaya a poder querer a pesar de cómo eres, como si tuvieras que llegar más alto para compensar tu cuerpo. Acabas viendo el mundo como una pelea descarnada entre aquellos que caben en los cánones y los que no. Las mujeres perfectas deben ser el prototipo a vencer, por ellas el mundo te trata como te trata. Es contra todo lo que representan contra lo que debes ir. Pero te pones a dieta, como Plum Kettle (Joy Nash), eternamente mirando la báscula y buscando culpables tras unos gramos de más respecto al día anterior, odiando en silencio a las Kittys del mundo. Despreciando y deseando lo que son.
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Pero una de las cosas buenas de Dietland es que también duele si no encajas con ese perfil. O supongo que debe hacerlo.
¿Se parecen a nosotras? No, son perfectas. Son las más preciadas. ¿Y qué tal les va siéndolo?
Kitty Montgomery (Julianna Margulies) es bonita, delgada, astuta. Debería tenerlo todo. Pero sobre todo, debería tenerlo fácilmente. Es la respuesta a lo que pide la sociedad en una mujer; éxito y belleza. Cualquiera diría al comenzar la serie que, de hecho, gracias a su belleza puede tener ese éxito. Pero Kitty levanta sola una publicación frente a un montón de señores que mandan más que ella, que ordenan más que ella y que han tenido que dorar menos píldoras que ella para llegar donde están. ¿De qué le sirve? Como nos dicen en el sexto capítulo, son las más preciadas. ¿Y qué tal les va siéndolo?
Ser mujer y tener éxito es aguantar en la cuerda floja de aquellos que te han cedido el puesto casi como una concesión. Como una cuota. Es pagar por cualquier error y acabar en un despacho mal iluminado. Es tener que ser despiadada si quieres mantener lo que tienes; trepar más alto, más tarde y con más reproches. Vivir disfrazada y con miedo. Por muy Kitty Montgomery que seas.
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Kitty Montgomery y Plum Kettle. (Fuente: AMC)
Plum es gorda. Kitty una arpía. Julia es negra y con más años de los que querría reconocer. Y tienen algo en común, las tres son mujeres en un mundo de hombres. Jorobadas cada una desde su extremo y enfrentadas a las demás. Escondidas tras sus ombligos, perdiendo perspectiva del dibujo general. Sólo que no existen tales bandos cuando el problema real es ser mujer. Dietland es todas ellas, todas nosotras.
Lo mismo es el mundo el que debe comenzar a adaptarse.
‘Dietland’ está disponible en Amazon Prime Video.
