Una imagen de ‘Bad Banks’. (Fuente: AMC)
Jana es una joven ejecutiva en alza en el mundo de las inversiones de riesgo que trabaja en un importante banco de Luxemburgo. Una confrontación con uno de sus jefes la lleva a terminar trabajando en un gran banco alemán de inversiones que está buscando manera de escapar del bache en el que anda metido con la contratación de Gabriel Fenger, un gurú financiero que cree que hay que arriesgarse cada vez más para lograr los mayores beneficios.
El primer capítulo de Bad Banks ya nos indica cómo terminan las estratagemas de Fenger y cómo Jana se da cuenta de que, si quiere sobrevivir y triunfar en un mundo tan exigente y que se mueve por fríos números, en el que nadie se para a pensar cómo se conectan esos números con el mundo real, tiene que transformarse en otra versión de sí misma. Con esta premisa ha construido el guionista alemán Oliver Kienle esta ficción, que AMC estrena en España el lunes 7 de octubre.
Presentada inicialmente en el Festival de Berlín del año pasado, Bad Banks tuvo una buena acogida durante su emisión en el canal ZDF, que encargó una segunda temporada que se verá el año que viene. Fuera de Series pudo hablar por teléfono con Kienle para que nos contara dónde estuvo la concepción de la serie y por qué cree que va más sobre la adicción a ganar y ser los mejores que sobre finanzas internacionales.
El título de la serie, ‘Bad Banks’, bancos malos, nos lleva a pensar en la crisis de 2008 y en la creación de ese tipo de bancos para “eliminar” los activos tóxicos de los demás. ¿Está ahí la inspiración de la serie o la encontraste en otro lado?
La idea específica de hacer una serie sobre bancos de inversiones en Alemania vino de la productora Lisa Blumenberg, Me llamó y me preguntó si quería escribir una serie sobre bancos de inversiones y, siendo sincero, al principio era escéptico porque tenía muchos prejuicios e ideas preconcebidas sobre los banqueros. Tampoco sabía demasiado sobre finanzas, porque provengo de un mundo artístico, pero mi padre fue comerciante y empecé a documentarme sobre bancos de inversiones y banqueros y, de una manera extraña, enseguida me interesó mucho este mundo. Aprendí a identificarme con muchas de estas personas y me di cuenta de que la serie no podía ser sobre banqueros, sino que era sobre adictos. Con eso podía identificarme porque yo soy un adicto de mi profesión también.
Me di cuenta de que disfrutaba desarrollando estos personajes en este mundo de los bancos de inversiones porque es muy competitivo y es difícil tener éxito. Leí que estos banqueros se enganchan a mejorar su valor de ventas de una manera muy rápida e insana. Así que mi inspiración para la serie no fue tanto el mundo de los bancos de inversiones como las necesidades humanas más profundas de su profesión, cómo harían lo que fuera para tener éxito.
Oliver Kienle (derecha), dirigiendo un episodio de la serie ‘Tatort’. (Fuente: SWR/Stephanie Schweigert)
¿Podríamos decir que los bancos de inversión son un macguffin? ¿Podrían sustituirse por cualquier otra profesión, o la codicia y la ambición son elementos también importantes?
Creo que estas personas eligen los bancos de inversión porque ahí ves todos los días tu éxito reflejado en números. Cuando yo hago una película o una serie se tardan años en ver resultados y tener un reconocimiento por lo que has hecho, pero en la banca puedes probar todos los días que eres el mejor. Todos los días tienes estas cifras de millones y millones de euros y por eso la codicia es muy relevante, porque estas personas, en su afán por ser reconocidas, son muy impacientes.
Esto no podría funcionar en otras profesiones, no se me ocurre otro trabajo donde todos los días tengas estos números concretos que demuestran lo que vales, que eres el mejor. En las escuelas de finanzas, los estudiantes se miden a través de un montón de rankings desde que son muy jóvenes, y siempre intentan llegar al primer puesto. Creo que eso convierte en más especial a este universo de las altas finanzas y no es fácil equipararlo con otras profesiones. Tienes que ser codicioso para ser el mejor.
¿Te preocupaba tener unos personajes antipáticos? ¿Buscas que el espectador empatice con los personajes, o que simplemente los entienda?
Tienes dos opciones para hacer que tu personaje caiga simpático, o para que la audiencia se identifique con él. Puedes poner a tu personaje bajo presión exterior y la humillación es siempre un buen recurso; cuando ves a un personaje humillado, siempre te identificas con esa persona. Hay muchas opciones para situar a tu personaje bajo presión y generar esa identificación, y algunas las hemos utilizado en Bad Banks. La otra posibilidad es que la presión esté dentro del propio personaje.
Creo que todos los seres humanos nos componemos en un tercio de nuestros genes, un tercio de nuestra infancia y cómo fuimos educados y un tercio de nuestro entorno social. No puedes culpar a un personaje por lo que es porque, si está bien escrito, te das cuenta de que es como es y no puede cambiar, y sufre por ello. Tiene que hacer lo que está haciendo porque es su forma de ser.
He escuchado a mucha gente decir, conforma avanza la serie, que cada vez tiene más simpatía por Jana porque ve que está bajo una presión y un estrés enormes. Incluso aunque no tengas demasiada información sobre su pasado, te das cuenta de que no es feliz y que, en el fondo, está intentando ser querida y ser vista. Intenta ser algo más porque es infeliz. Por eso intenté construirla de esa manera. No me gustan las series en las que enseguida veo todos los elementos que ha utilizado el guionista, quiero ver personas reales e identificarme con ellas porque veo su sufrimiento y que intentan hacer algo, pero siempre serán quienes son.
La serie arranca con un flashback a ocho semanas antes de la gran crisis que vemos al principio. ¿Por qué decidiste empezar así la historia?
No tengo una buena respuesta a eso porque, en realidad, no me gusta este tipo de flashforwards porque no me parece elegante. Como guionista, no lo quiero. Pero teníamos una gran audiencia mainstream, en Alemania se emitió en el canal más grande, y pensamos que necesitábamos algo al principio que hiciera que los espectadores se dieran cuenta de que lo que estos personajes estaban haciendo tiene algo que ver con nuestra vida diaria. Ves que deberías preocuparte de lo que estos personajes están haciendo porque tiene consecuencias para ti.
Fue una decisión que tomamos al escribir el guión, no fue algo que decidimos en la sala de montaje, así que, como sabía que ese era el principio de la serie, podía utilizar en el guión los flashforwards como una presentación del personaje. Por eso, me gustan estos flashforwards, me gusta que, en la presentación del personaje, se transforma de esta rebelde con la capucha en una banquera. Es un flashforward que muestra no sólo qué va a pasar, sino que nuestra protagonista no es la típica banquera. Tiene un lado oscuro y tiene estos instintos antisociales en ella.
‘Bad Banks’ se estrena el lunes, 7 de octubre, en AMC a las 22:10 h.
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