En el imaginario del seriéfilo, Michael Chiklis siempre estará cosido a aquel calvo de acero que patrullaba las calles de Los Ángeles bajo el lema de “Mis calles, mis reglas” en The Shield. Sin embargo, durante las últimas seis semanas los espectadores españoles le han podido seguir en un registro diferente: el del retirado agente fronterizo Ben Clemens que protagoniza Coyote en AXN. El relato cuenta una aventura de frontera, de inmigración, de remordimientos, de heroísmos a la fuerza y principios quebrantables. Sobre todo ello habla Chiklis -simpático y bonachón - en esta entrevista por videoconferencia, a la espera de la renovación oficial para una segunda temporada.
Una de las cosas que más impresiona, sobre todo en el inicio de la serie, es el arco de redención del protagonista. ¿Podría considerarse una especie de expiación por su personaje televisivo más mítico, el Vic Mackey de The Shield?
Je. Sí, supongo que lo podrías ver así, pero no. Adoré aquella experiencia de The Shield, obviamente. Fue una experiencia seminal en mi vida. Increíble. Pero, aunque Coyote pueda tener que ver con The Shield en cuanto a técnicas narrativas y tono, algo que me encanta, es muy diferente en cuanto a personajes. Vic Mackey era claramente un antihéroe… y un poco sociópata. Mientras que Ben Clemens no es un antihéroe ni un héroe. Es simplemente un hombre. Es una buena persona que ha cometido muchos errores que le han costado caro. Creo que es un hombre que está tratando de reescribir su propio epitafio.
Coyote es una serie que trata de ser auténtica filmando en exteriores y utilizando un elenco mayoritariamente latinoamericano. ¿Qué le ha parecido esta experiencia personalmente y cómo cree que la audiencia ha reaccionado?
Bueno, ha sido una de las mejores experiencias laborales de mi vida y me quedé desolado por tener que interrumpir el rodaje. Estábamos a mitad del rodaje del séptimo capítulo cuando la Covid-19 nos obligó a parar. Por tanto, la audiencia ve una versión reducida. Era esencial tanto para Michelle McLaren como para David Graciano como para mí que fuéramos a México, a la frontera, para grabar esto alrededor de esa zona. Una cosa es rodar una película de superhéroes donde filmas todo en un estudio; eso puede funcionar. Pero cuando estás rodando algo “analógico”, como esto, quieres estar donde ocurre la acción que estás retratando. México es un personaje más de la serie. Era muy importante para nosotros esa cercanía.
Y esa autenticidad se respira en la serie.
Por ejemplo, en el pueblo de pescadores en el que rodamos. ¡No puedes diseñar eso! Tienes que estar ahí para capturar esa arenilla, esa autenticidad. Puedes sentir el lugar. De la misma forma, era esencial el cásting latino. Tienes el papel de Maria Elena Flores, interpretado con brillantez por la auténtica revelación que es Emy Mena. Dimos con ella en El Salvador, vía zoom. Está extraordinaria en Coyote. El ochenta por ciento del elenco es mexicano o de Centroamérica. La sala de guionistas estaba partida al cincuenta por ciento, porque lo que queríamos era contar historias reales, auténticas, de una manera honesta. Y queríamos hacerlo de la manera más contundente, sin hacer política. No es que nos asuste la vertiente política del asunto, es solo que la historia no nace de una posición política concreta. Queríamos representar diferentes puntos de vista, en una forma parecida a lo que hizo The Shield. Pero no queremos decirle al espectador qué ha de pensar. El espectador ve la serie, ojalá que le resulte entretenida y con suerte le haremos sentir y pensar sobre la situación.
El primer episodio de Coyote se titulaba “La llamada del vacío”. Partiendo de ese título, ¿es Coyote un viaje para el personaje de Ben Clemens, un viaje para que llene un vacío? Es decir, ¿es el protagonista realmente una buena persona o simplemente es alguien que trata de encontrar un nuevo propósito en su vida, ahora que está fuera del trabajo de sus últimos treinta años?
Ambas cosas. Es una buena persona. Pero también es un tipo dañado, que ha cometido errores terribles que vas descubriendo conforme avanza la serie y que han generado un caos enorme en su vida. Me gusta esa referencia al viaje en la pregunta. Y quizá sea mi ascendencia griega hablando por mí, pero lo que me atrae de esta historia es que se trata de una odisea. Lo es. Ben Clemens, literal y figuradamente, está obligado a andar 160 kilómetros en los zapatos de otro. Y a través de esa experiencia, este blanco de Estados Unidos, que ha contemplado siempre el mundo desde un prisma muy reducido, se va a encontrar en el otro lado de ese mundo.
Esa parece la innovación temática más relevante de Coyote.
Es una historia de inmigración a la inversa. Me parece fascinante. Cuando contemplas el mundo y ves todos los enfrentamientos que hay, en las fronteras de todo el mundo, yo pensé: “Guau. Qué tema tan fascinante para sumergirse. Para explorarlo”. Coger esta odisea, este viaje, y hacer que la audiencia vaya con él. ¡Y hacerlo con una gran cineasta como Michelle McLaren! Hemos sido amigos durante 26 años y siempre hemos querido trabajar juntos. Pero, ya se sabe, ella estaba ocupada haciendo cosas como Juego de tronos o Breaking Bad y yo estaba haciendo The Shield. Ella me llamó hace dos años y medio y me dijo: “Michael, lo he encontrado. Tengo el trabajo que vamos a hacer juntos”. Y era Coyote. Desarrollamos el guion juntos, y embarcamos a David Graziano, que es magnífico, en el proyecto.
¿Cómo se preparó para la parte más física de su personaje, con esas persecuciones por el desierto, las escenas en los túneles o las peleas?
Bueno, entrenarse para peleas lo he estado haciendo en cine y televisión desde hace mucho. También cuando era niño me metía en muchas peleas, así que… No tuve que prepararme en ese aspecto, pero sí hubo partes del rodaje que fueron más incómodas en cuanto al espacio. Por ejemplo la sensación claustrofóbica que transmite el túnel del primer episodio. Era incómodo, pero sabíamos que quedaría muy bien. De hecho, para preparar la historia visitamos un túnel real, que fue desmantelado por los agentes de frontera. También como parte de la preparación pasamos tiempo con esos agentes. Pero, más allá de túneles, de las cosas que más he aprendido hablando con los agentes fronterizos y también de los policías del lado mexicano es cómo este muro es una pesadilla política para el país. Por desgracia, estamos tan polarizados en Estados Unidos que el matiz se ha perdido en nuestro discurso político. Parece que solo puedes estar a favor o en contra de algo. Y ese maniqueísmo es ridículo porque no es como la vida funciona. La vida está repleta de colores y tonalidades y grises. Y lo que me encanta de esta serie es que nos permite indagar en esos tonos grises. Y contar historias que entretengan a la audiencia, pero que también puedan hacerle reflexionar al mismo tiempo.
‘Coyote’ está disponible en AXN Now.
