(Fuente: Atresmedia)
Con formato 4:3, como si estuviera grabado por una vieja videocámara y en el plató real de Amar es para siempre: así es como, finalmente, los mundos de la serie diaria y de su spin-off, #Luimelia, han terminado por colisionar en el tercer episodio de la segunda temporada, titulado Boicot #Lurelia. Para los profanos en todo el universo expandido creado alrededor de Luisita Gómez y Amelia Ledesma, esto puede parecer mecánica cuántica, pero todo resulta mucho sencillo de contar de lo que parece. Aunque siga siendo el salto con tirabuzón meta definitivo.
Desde el principio de #Luimelia, sus personajes han estado enganchados a Amar eternamente, una telenovela que es solo una muy velada parodia/homenaje de Amar es para siempre (y de todo el género, en realidad). En esa serie hasta encontramos a una pareja de dos mujeres que son el contrapunto metanarrativo de las propias Luisita y Amelia: Lucía y Aurelia, o #Luirelia, que centraron buena parte del episodio metarreferencial de la primera temporada. Para la segunda, el listón se ha puesto todavía más alto. ¿Cómo? Con un falso documental centrado en esa Amar eternamente que Luisita adora.
“La idea de hacer un falso documental sobre Amar siempre la hemos tenido porque Amar, y las series diarias en general, son producciones muy diferentes a cualquier otra”, explica Borja Glez. Santaolalla, cocreador de #Luimelia: “No tienen el glamour que tienen otras series, y por ahí va este capítulo tres: enseñar un poco, exagerándolo todo y desde la comedia, que una serie diaria es un desastre”.
Para ello, el episodio tiene dos referentes claros, aparte del propio universo de la serie diaria: la película Escándalo en el plató y la serie The Office, de la que toma prestado su formato de mockumentary y las “confesiones” de los personajes a cámara. “Creo que es uno de los capitulazos de la segunda temporada”, apunta Carol Rovira, que también reconoce que a veces necesitaban un momento para procesarlo todo: “Te explotaba la cabeza. Había momentos que eran… buah, es que esto no se puede explicar, se tiene que ver, porque era raro verlas vestidas de nosotras, diciendo texto que nosotras dijimos en Amar… Hay algo muy gracioso, pero también, como el plató de Amar es casa, era raro pero, al mismo tiempo, me encantó. Me sentía super cómoda y muy acogida”.
Luz Valdenebro y Lucía Jiménez, como las #Luirelia. (Fuente: Atresmedia)
Porque el doble mortal con tirabuzón que decíamos antes es que, precisamente, Luisita y Amelia van a conocer a las #Lurelia, a las que interpretan dos de las actrices de Amar es para siempre, Luz Valdenebro y Lucia Jiménez. Paula Usero describe la sensación afirmando que “era raro porque estábamos ahí haciendo de Luisita y Amelia en otro contexto. Entonces, te explota la cabeza solo con eso”, y añade que Valdenebro y Jiménez iban “con nuestra misma ropa, sí. Eso es ya la pera”.
“#Luimelia tiene como varios pactos de lectura con los espectadores. Tú puedes ver a Luz Valdenebro y a Lucía Jiménez, que son dos actrices que puedes reconocer”, apunta por su parte Borja Glez. Santaolalla: “Una es un mito adolescente desde que veía Al salir de clase y la otra es una actriz increíble que, de hecho, tuvo un papel homosexual en otra serie (Seis hermanas). Lo puedes ver desde ahí. También lo puedes ver desde que son nuestras actrices de Amar, nos hace mucha gracia incorporarlas de alguna manera a #Luimelia desde ese lado”.
Diana Rojo, la otra cocreadora de la serie, abunda en la idea señalando que “a nosotros nos gusta hacer esos guiños a nuestro propio universo de Amar es para siempre, y al final son personajes que han estado ahí y justo han estado en esta temporada de Amar, y no es solo eso, son muy buenas actrices también. Luz, por ejemplo, es una actriz que en el colectivo LGTBI tiene mucho tirón (…). Vamos a intentar tirar de lo que tenemos ahí porque es bueno, tenemos un filón”.
(Fuente: Atresmedia)
Y de ese filón tiran sin problemas en el capítulo, que hace chistes con algunas de las convenciones más típicas de las telenovelas y también con las propias bromas que se hacen sobre Amar es para siempre, como cuántos años tiene Pelayo, el abuelo de los Gómez. Los responsables del mismo son Ángel Turlán y Aitor Santos, que conocen bien la serie porque empezaron en ella como guionistas de plató. Borja Glez. Santaolalla asegura que “en Antena 3, la gente que lo vio decía ‘conozco a la serie matriz, pero es que conozco a la gente que sale’, porque es realmente Eduardo Casanova haciendo de sí mismo, salen Aitor y Ángel, los guionistas, haciendo de sí mismos. Tiene eso, que es un guiño bonito para la gente que los conoce, y a la vez, la gente que no está tan familiarizada con Amar es para siempre, ni siquiera con cómo funciona una serie diaria, se ríe por el factor Escándalo en el plató, porque de repente veo La función que sale mal”.
Al final, además, el capítulo hasta reconoce la importancia que las series pueden tener en la vida de sus espectadores y el poder de las historias. No todo son risas y autoparodias.