Nadia y Guzmán en un momento de la temporada 2 de ‘Élite’. (Fuente: Netflix)
La segunda temporada de Élite ha demostrado que la serie no solo es un éxito en España. Desde varios países de Latinoamérica y desde Estados Unidos llegan muchos comentarios positivos sobre la ficción de Netflix, pero también algunas críticas. Una de ellas es la referente a la trama de Nadia, en la que ciertos twitteros, como @amnxh_ cuyo tuit se hizo viral o varias respuestas a una publicación de la cuenta oficial, señalaban que podría ser islamofóbica, al igual que un artículo en la web Muslim Impossible.
Darío Madrona y Carlos Montero, creadores de Élite, están al tanto de estas reacciones y, aunque entienden que surja esta conversación, tienen su propio punto de vista. “El principal problema es que todavía falta mucha representación de personajes árabes y musulmanes en las series de aquí, en las europeas y en las norteamericanas. Lo que pasa cuando falta representación es que la gente que quiere verse representada se agarra mucho al hecho de que los personajes tienen que, primero, representarles en todas sus facetas y, segundo, ser un poco más positivos para dar buena imagen a un colectivo”, expone Madrona, “Es lo que pasaba hace diez años con el colectivo gay; todos los personajes tenían que ser positivos y un poco blancos, no tener pluma para no crear estereotipo, etc. Creo que eso hace que la gente invierta mucho en estos personajes y quiera que les represente mucho hacia lo positivo”.
Sin embargo, apunta que Élite no es una serie donde los personajes sean modélicos y Nadia no podría ser una excepción: “En nuestra serie todos los personajes se equivocan, son imperfectos y la cagan constantemente. Creo que sería peor tener personajes que no hacen eso. Sería condescendiente que nuestros personajes musulmanes fueran los únicos de toda la serie que actúan de forma correcta”.
“Podemos tener un personaje musulmán que no cambie por un chico blanco. Por favor, estoy cansada”, decía la tuitera. Darío Madrona explica por qué esa apreciación no es del todo exacta: “En cuanto a la crítica en concreto de lo del velo, creo que hay gente que está acostumbrada a que eso pase en series y está comprensiblemente harta de eso. Pero me parece que nuestro caso es distinto. Nadia nunca se quita el velo por Guzmán, nunca”.
“Nadia hace lo que dijo al final de la primera temporada que iba a hacer: está buscándose a sí misma e intenta saber cómo es”, expone el guionista sobre el viaje del personaje de Mina El Hammani en esta temporada, “En el capítulo 3 bebe para ayudar a Guzmán, pero en el capítulo 4 cuando le ofrecen beber dice que no porque se ha dado cuenta de que no quiere. Y cuando tiene sexo con Guzmán lo hace plenamente consciente porque quiere probarlo y descubrir cosas. Está todo el rato intentando descubrir quién es y ella no lo tiene claro. Es alguien que está siempre entre su propia cultura y una cultura ajena intentando saber a cuál de las dos pertenece y eso es muy bonito”.
Otro asunto que aborda Madrona es la evolución de Yusef, el padre de Nadie y Omar al que da vida el actor Abdelatif Hwidar: “La crítica de que el personaje del padre es negativo es un poco simple. Ese hombre a lo largo de la temporada muestra muchas facetas, está cambiando, es otro. Es un padre que adora a su hija por encima de cualquier cosa. Cuando ella le cuenta que le ha pasado una cosa terrible que no la va a perdonar nunca, él la perdona inmediatamente. Está cambiando”.
“La serie intenta ser un poco más matizada que todo lo que se está diciendo, pero al mismo tiempo entiendo la crítica porque viene de un colectivo que se siente generalmente un poco maltratado por las series de ficción occidentales”, concluye.
La temporada 2 de ‘Élite’ está disponible en Netflix.
