Alejo Sauras en ‘Estoy vivo’. (Fuente: TVE)
Cuando comenzó la tercera temporada de Estoy vivo, la ficción de TVE guardaba un gran giro para los espectadores: un accidente se llevaba a Laura, Susana y Bea (lo que suponía la salida de Cristina Plazas y Anna Castillo de la serie), pero volvían en otros cuerpos como hiciera Andrés Vargas al principio de la serie pasando a ser Márquez. Ahora Laura estaría escondida en Verónica (Aitana Sánchez-Gijón) y Susana en Adrián (Jan Cornet), algo que tanto Márquez como El Enlace descubrieron en el episodio emitido anoche.
“Era una extraordinaria oportunidad para romper la barrera de género y para esconder a nuestro personaje algo poco esperado para el espectador”, explica sobre la trama Daniel Écija, creador de la serie. El secuestro de Adrián llevó a Verónica-Laura a confiar en Márquez y contarle que el joven era en realidad su hija, una información que prefirieron no compartir con El Enlace hasta el final del capítulo y que afectará a los dos protagonistas masculinos “con tremendo desconcierto, pero entendiendo perfectamente como las gasta la Pasarela; ellos lo han sufrido muchas veces”.
Es en los momentos finales del episodio 36 cuando El Enlace descubre que Susana está en el cuerpo de Adrián, herido en su rescate, y se avalanza sobre él para protegerle. Que la persona a la que ama ahora tenga apariencia de hombre no supone ningún problema: “En absoluto, esto es algo que quería subrayar en el guion y es la primera intención que tiene esta trama”, aclara Écija, “Dejemos ya el debate sobre los géneros y empecemos el debate sobre los sentimientos”.
Para dar forma a esta trama, Jan Cornet ha tenido que encarnar a Susana, un personaje que previamente ha hecho Anna Castillo. El creador de la serie explica qué debía hacer el actor para mantener su esencia: “Había que tratar de mantener la pasión, la espontaneidad y la nobleza del personaje de Susana con el inconveniente de que Adrián, Jan Cornet, tenía que estar emboscado, o sea, escondido, por lo tanto se mostraba un tanto diferente”.
La revelación de la identidad de Laura y Susana quebranta los principios de la Pasarela y, por tanto, las bases de la serie hasta el momento. “Es una temporada donde las reglas han tenido que ser intervenidas porque algo muy gordo se avecina”, apunta Écija. Ese algo tan gordo, intuimos, podría estar relacionado con la trama de misterio de la tercera temporada de Estoy vivo, la de los series de luz o, como Marquéz los llama, los gusiluz: “Gran parte de los prejuicios sobre esta trama van a ser desmontados, es parte del ADN de la serie, al final de la temporada”, avanza el creador.
¿Estamos ante unos enemigos invasores o, en realidad, esos series son una especie de refugiados galácticos con los que acabaremos sintiendo piedad? Lo iremos descubriendo.
La temporada 3 de ‘Estoy vivo’ se emite los jueves en La 1.
