(Fuente: Netflix)
Uno de los factores del éxito de La casa de papel es que los espectadores se han sentido identificados con los atracadores. Sean en realidad los buenos o los malos de la historia, los fans de la serie no se cuestionan su posicionamiento y van siempre con ellos. Quieren que resulten victoriosos en su atraco al Banco de España y las hazañas que tengan por delante. Pero la serie no se acomoda y cada vez los lleva a un escenario moral con más grises.
La tercera temporada anticipaba una guerra sin cuartel entre atracadores y policías y resulta difícil pensar que, antes o después, no se mancharán las manos de sangre. Los protagonistas ya han disparado sus cañonazos, por ejemplo, pero en el otro lado de la balanza han decidido no ejecutar a Gandía aunque ganas no les faltasen. ¿Se mantendrá “buenos” a los ojos del espectador por mucho tiempo? ¿empezarán los fans a ver a los dalís cada vez menos héroes? El equipo de la serie nos cuenta su punto de vista al respecto.
Javier Gómez Santander — Coordinador de guion
“Creo que no va a cambiar nada en ese sentido. Espero que no. Al final eso responde siempre a una trampa: cuanto más tiempo pasas en una ficción, más se convierten en alguien de los tuyos. Por eso espero que los afectos ya estén hechos. Cuando veo La casa de papel como espectador, siempre voy con los chicos del mono rojo”.
Álex Pina — Cocreador y productor ejecutivo
“Independientemente de la empatía que pueda sentir el público, hacemos una ficción que no es confortable: los personajes pueden cometer grandísimos errores y estar en un lado muy poco empático. Hemos visto así a casi todos los personajes desde Palermo a Tokio, pasando por Berlín. Creo que una ficción tiene que ser muy sugerente e inesperada, y que cambie al espectador la visión de todo, incluso de sus propios afectos. No hay que temerle a eso, porque es lo que pasa en la vida real. Todos podemos generar muchas sensaciones y situarnos en polos opuestos. Esa es la grandeza que tiene que tener una ficción”.
Álvaro Morte — El Profesor
“Creo que es muy interesante que veamos blancos y negros de los distintos personajes. Una de las primeras series que empezó a hacer esto era Perdidos: nos enamorábamos de un personaje y le cogíamos mucho cariño, y luego nos ponían una secuencia de su pasado y decíamos ‘pero qué hijo de puta’. Que veas todas esas caras de los personajes es muy interesante porque, además, los hace mucho más humanos. Nadie es perfecto y el hecho de que tengan esas bajas pasiones, pero también podamos entender por qué las tienen, nos acerca más a los personajes. Así que creo que todo eso favorece a que los quieras incluso más”.
(Fuente: Netflix)
Esther Acebo — Estocolmo
“Las personas no son todo luz o oscuridad. Ciertamente, cuanto más conoces a un personaje, más oportunidades tienes para empatizar con ella. Personalmente creo que, a pesar de todo lo que hacen y lo que pasa en esta temporada, se ha creado una conexión tan fuerte con la idea de la banda que no creo que eso se rompa. Pero hay gente dentro que catapulta muchas cosas que no serán del agrado de muchos fans. También es cierto que la gente es sorprendente y le cogen cariño a personajes que no esperas o que no entiendes por qué. En mi caso, creo que a la gente le va a gustar más Estocolmo que Mónica Gaztambide porque es una mujer más empoderada, que ha cogido las riendas y que pasa de ser una víctima de su propia existencia a ser un soldado”.
Alba Flores — Nairobi
“En mi opinión, la identificación no es el único enganche con el espectador. Creo que es un mecanismo que se usa al contar historias, pero el entretenimiento y el poder seguir una historia, y poder pensarla, a veces pasa por la identificación, pero también por otros sitios. Yo creo que con Nairobi el espectador no se identifica como algo que también le pase, sino que tiene una identidad con luces y sombras. Lo divertido es ver por dónde pasan los personajes y las decisiones que toman, si les ponen en peligro de muerte o más cerca de la victoria, que ganen el pulso o que lo pierdan… Hay muchas cosas interesantes más allá de la identificación. Pero está por ver qué pasa, porque creo que en la serie se están tomado decisiones muy arriesgadas que tienen que ver con esto, con jugar con la identificación y justo lo contrario”.
La temporada 4 ‘La casa de papel’ está disponible completa bajo demanda en Netflix.