Tras semanas de investigación en el que teníamos un montón de piezas sin armar, el caso de La caza. Tramuntana ha llegado a su fin, dejando un puzle totalmente armado. Gracias al último capítulo de esta segunda temporada, hemos conseguido tener una imagen completa del rompecabezas que nos habían presentado, ya que ahora contamos con todos los detalles que rodean a Can Falgueres. Este episodio final también ha servido para descubrir que el destino de Sara Campos (Megan Montaner) no era morir antes de acabar con la investigación, sino que era, paradójicamente, cerrar el caso con la ayuda de su padre.
Según nos ha contado Agustín Martínez, creador y guionista de la ficción, lo llamativo de esta serie es que “es una historia de abusos sobre jóvenes desprotegidos y sobre mujeres y de cómo la sociedad permite que eso exista”. Es en este tipo de ficciones, en las que el thriller psicológico es la principal arma de los creadores, en las que es interesante descubrir el por qué de cada una de las decisiones que se han tomado para narrar la historia. Para ello, Martínez nos aclara por qué eligió este final y cuáles son las claves que lo explican.
Los culpables, señalados desde el principio
En este capítulo final descubrimos que los que estaban detrás de todo lo que ocurría en Can Falgueres y, por lo tanto, los que habían violado a las chicas del Lluc y a Dani, eran Vicente, Llorenç, Marta y Jaume. El guionista cuenta que “era una decisión que estaba desde el comienzo de la historia y yo creo que si uno vuelve atrás y empieza a ver la serie otra vez desde el principio, ve que todo está ahí a la hora de cómo hemos ido señalando a los diferentes personajes”. En estos pequeños detalles se ha querido centrar el equipo de La caza para que, aunque nos sorprendiera, no nos pillara muy desprevenidos.
Martínez explica por qué decidió que los culpables fueran estos cuatro personajes: “Al final esta es una historia de un mal endémico que, por desgracia, está presente en nuestra sociedad: la prostitución. Y un paso más allá: la prostitución infantil y cómo en determinados lugares esto existe y está casi normalizado, de alguna forma. Por eso, los malos de esta serie no son malos psicópatas, sino que en el fondo son gente normal, porque creo que es lo que da más miedo, que gente aparentemente normal pueda llegar a hacer estas cosas”.
Samiah y Teresa, víctimas que dan un paso adelante
A lo largo de la temporada hemos sido conscientes del retrato de diferentes víctimas de abusos sexuales. Primero lo vimos con Dani, después con Julia y Bela, más tarde con Teresa (Llum Barrera) y, por último, con Samiah. Martínez explica que su principal objetivo con esta ficción era “contar la historia de una víctima que no se atreve a contar lo que le ha pasado” y más allá de eso explica que quería que “pudiéramos entender a Sami y ser conscientes de que una persona que ha sufrido este tipo de abusos necesita un tiempo y un proceso para poder sacar eso fuera”.
A pesar de que conocimos a mitad de temporada la historia de Teresa y los abusos que sufrió de adolescente por parte de Jaume, es en este capítulo final de La caza. Tramuntana cuando se rebela contra los culpables de Can Falgueres con el objetivo de que fueran todos a la cárcel. “Quería que al final Teresa diera un paso adelante”, explica el creador, porque es el claro ejemplo de lo que quería transmitir “Hay muchos casos de gente que ha sufrido abusos y pasan los años hasta que son capaces de decirlo, de confesarlo en voz alta”. Samiah terminó contándolo después de algunos años, pero Teresa llevaba toda una vida con ese peso en su mochila.
El reencuentro entre Ángel y Sara
La primera temporada de esta ficción, Monteperdido, contaba una parte de la historia del padre de Sara, pero “dejaba un agujero muy grande que era de dónde viene esta chica, qué es lo que le ha pasado, por qué es como es”, explica el guionista, “Eso no dio tiempo a contarlo en la primera temporada y me parecía interesante que esto fuera el fondo de esta segunda temporada”. Y tanto fue así que nos han presentado toda la historia de la infancia de Sara y de lo que vivió con su padre hasta el punto de desembocar en que fuera precisamente él quien ayudara a su hija a cerrar la investigación que casi acaba con su vida. “Toda la temporada va encaminada, de alguna forma, al reencuentro entre Ángel (Tristán Ulloa) y Sara y a las diferentes maneras que tienen de enfrentarse a las cosas que pasan. Son un espejo un poco distorsionado el uno del otro”.
¿Continuará ‘La caza’ con otra temporada?
La historia que han contado en esta segunda entrega de la ficción es “este tipo de historia en la que nadie parece saberlo, pero en el fondo hay mucha gente que lo sabe, que de alguna manera está implicada”. Se trata de un caso de prostitución infantil que acaban destapando Sara y Víctor Gamero (Alain Hernández), con la ayuda del sargento Selva (Félix Gómez), que nos lleva a esa escena final, en la que vemos a Sara y Víctor disfrutar tranquilamente de su amor escapando lejos de Tramuntana.
Ahora la pregunta que nos viene a la cabeza es: ¿los volveremos a ver juntos en otro caso? “Es una serie que tiene la posibilidad de continuar, porque digamos que, al ser historias cerradas con casos que ocupan una temporada, nuestro hilo conductor de temporada a temporada son Sara y Víctor, por lo que cabría la posibilidad, pero todavía no sabemos si habrá o no habrá otra entrega”, concluye Martínez.
‘La caza. Tramuntana’ está disponible en RTVE.