Muchas personas se han quedado con la imagen de Mario Casas siendo un adolescente chulo en Tres metros sobre el cielo o un jovenzuelo en Los hombres de Paco, pero desde esos proyectos el intérprete no ha hecho más que demostrar su versatilidad. Lo hemos visto, entre muchas otras producciones, en El bar, Palmeras en la nieve, Mi gran noche, Grupo 7 o El fotógrafo de Mauthausen, sin embargo el género en el que más se ha movido ha sido el thriller, donde está muy cómodo. El inocente es su primer proyecto tras ganar el Goya a Mejor actor por No matarás, pero Casas, aunque muy agradecido, asegura que está deseando hacer una comedia.
El inocente es una adaptación de la novela de Harlan Coben. Además de con Oriol Paulo, ¿has tenido la oportunidad de hablar con Coben para que te guiara un poco en la forma de tratar a tu personaje?
Tuve una cena con él en Barcelona, a punto de empezar la serie y la verdad es que es un tipo fantástico y alguien muy motivado y muy entusiasta con lo que estábamos haciendo. Oriol nos ha contado que le mandaban siempre todo el material, lo que grabábamos todos los días y decía que todas las noches se veía lo que habíamos grabado, que estaba feliz y contento. También teníamos contacto con algunos mails que estamos en conjunto. Es alguien curioso y simpático, pero lo importante es que está contento con el resultado de la serie, con lo que hemos hecho y con lo que ha hecho Uri, sobre todo.
El arco de tu personaje en El inocente empieza con un accidente que le cambia la vida y de repente lo vemos nueve años después, por lo que digamos que el espectador te tiene que ver crecer. ¿Qué ha sido lo más difícil de esto?
Lo más difícil ha sido volver a cuando era joven, sobre todo, cuando tenía 20 y pico. Ese momento en el que empieza la serie, en la universidad, cuando pasa todo el incidente antes de entrar en prisión, que tendría 23 o 24 años… volver a ese Mario ha sido lo más complicado.
¿Por qué?
Porque tienes que regresar a esa inocencia, a esa frescura que poco a poco, por hacernos un poco más mayores, se va perdiendo. Buscar de nuevo eso para mí era lo más complicado y que no quedase sobreactuado: irte atrás, que te pongan de más joven, caracterizarte un poco y que quedase natural. A mí me parece que era lo más complejo pero también lo más atractivo, el ver un vuelo de casi 10 años en los personajes creo que no es fácil y me parece que en la serie está. Es algo que nos pasa a todos los personajes protagonistas.
Trabajaste anteriormente con Oriol en ‘Contratiempo’, que comparte ciertos elementos comunes con ‘El inocente’. ¿En qué dirías que se parecen y en qué se diferencian?
Hay algo muy interesante en Uri que pasa con otros directores, también con los buenos directores y es que de repente ves un proyecto como Contratiempo, El cuerpo o El inocente y por trama, por tono, por thriller, por cómo está grabada dices: «Es una peli o es una serie de». Yo creo que tiene su marca de la casa y tiene su sello. Me parece que como director conseguir algo así es muy difícil y yo creo que Uri en poco tiempo ya lo tiene.
Estás muy cómodo en el thriller, pero si a partir de ahora tuvieras que hacer comedia, ¿con qué director o directora te gustaría hacerlo?
Con Todd Phillips. Todd, si me estás viendo… Yo estoy deseando hacer una comedia, porque es verdad que son ya varios proyectos (de thriller), al final sin darte cuenta porque los proyectos uno no mide si es un género o es otro, sino que te enamoran, te apetece hacerlos y ya está. No piensas nada más a partir de ahí, pero a mí sí me apetece de repente sumergirme en una comedia loca. Aunque después la comedia es igual o más complicado que un thriller, pero tal vez el antes, el proceso, el poder probar, los ensayos, el poder volar, crear en la comedia… Tengo muchas ganas.
¿Por qué crees que solo te ofrecen thrillers?
Yo es que creo que Aura (Garrido, su compañera) y yo tenemos cara de thriller, pero para nada somos thriller, somos otra cosa…
‘El inocente’ está disponible en Netflix.