Los chavales siguen siendo los favoritos de la plataforma. (Fuente: Netflix)
Hace justo una semana, la tercera temporada de Stranger Things veía la luz y Netflix no ha tardado en sacar pecho de sus buenos datos. Es algo que la compañía solo hace cuando le conviene: si un producto se convierte en todo un fenómeno, como fue la película Bird Box o como lo es la serie de los hermanos Duffer, sacan las cifras, pero si no las guardan.
Y con Stranger Things han querido dar un dato contundente: 40,7 millones de cuentas pusieron la serie en sus cuatro primeros días -cifra que, aseguran, ninguna otra serie o película ha alcanzado- y 18,2 millones vieron la temporada completa, de ocho episodios, en esos días. No cabe duda de que la serie de Millie Bobby Brown y compañía es un triunfo para Netflix, pero hay otro dato que revela por qué es realmente la gran baza para la plataforma.
Su fuerza reside en el poder que tiene para atraer a nuevos suscriptores y para conseguir que quienes se dieron de baja de Netflix vuelvan a contratar su servicio. Según un estudio realizado por la firma Cowen & Co. en base a 2.500 encuestados en Estados Unidos, un 13% de exclientes de la plataforma tenían pensado volver a ella para ver la tercera temporada de Stranger Things, mientras que un 5% de los que no la tenían pensaban suscribirse y un 51% de quienes ya eran usuarios de Netflix aseguraban que tenían pensado ver los nuevos capítulos.
Esa capacidad de atracción de los usuarios es lo que más ansían las plataformas de streaming, cuyas cuentas de resultados están a merced de las ideas y venidas que cada mes se produzcan. Y hay productos que pueden lograr un buen desempeño en cuanto a visionados, pero no consiguen que el público haga el esfuerzo de pagar una suscripción ex profeso; es decir, hay series que mantienen entretenida a la audiencia, pero que no son la razón principal para decidir si se paga o no la cuota mensual.
La gran pregunta entonces es, ¿cuánto tiempo se quedan en Netflix esos usuarios que llegan para ver Stranger Things?
