Josh Gad y Luke Evans en ‘La Bella y la Bestia’. (Fuente: Disney)
Hace unos días saltaba a los titulares que Disney+ trabaja en una miniserie precuela de La Bella y la Bestia, centrada en Gastón y LeFou con Luke Evans y Josh Gad repitiendo en los papeles de la película de 2017 y los creadores de Once upon a time, Adam Horowitz y Eddy Kitsis, detrás del proyecto. Más allá de si nos gustó más o menos aquel remake de acción real, la noticia es una bomba porque demuestra la intención de la compañía de explotar en la plataforma de vídeo bajo demanda sus marcas de primer nivel, como ya ha hecho con la franquicia Star Wars a través de The Mandalorian y las series otras que están por venir.
No hay que perder de vista que La Bella y la Bestia es más que un arma nostálgica: la versión de 2017 recaudó más de 1.263 millones de dólares en todo el mundo, conviertiéndose en la segunda película más taquillera de aquel año (solo superada por Star Wars: Los últimos Jedi) y la número 17 en el ranking de la historia del cine. Otra forma de verlo: de las marcas que tiene Disney, por encima de esta película solo estaban las cintas de Marvel y Star Wars, que ya tienen desarrollo televisivo, así como El rey león y Frozen.
La estrategia de explotar en televisión marcas que han arrasado en las salas de cine tampoco podemos decir que sea nueva: El rey león ya tuvo un par de series (Timón y Pumba en los noventa y La guardia del león más recientemente), así como Aladdín o Lilo & Stitch, o las más recientes Guardianes de la Galaxia o Big Hero 5, entre otras muchas, todas ellas estrenadas en canales de televisión de pago como Disney Channel, Disney XD o Disney Junior, donde también se han desarrollado las constantes etapas del ratón Mickey y sus amigos.
No es nada nuevo y, a la vez, es un escenario completamente distinto. Si las mencionadas series estaban pensadas como un complemento de segunda liga -café para muy cafeteros o, hablando de niños, colacao para los muy colaqueros-, con los proyectos de Disney+ parece que existe una vocación de alcanzar a un público más amplio. Una serie limitada de Gastón y LeFou con los mismos actores de la película original no es un producto de relleno solo para los más pequeños de la casa.
Habrá que ver dónde encaja en la ecuación también la serie de Pixar Monsters at Work (sobre Monstruos S.A.) -si es solo para niños o busca ser un hit general-, pero lo que resulta claro es que Disney quiere aprovechar bien sus marcas más potentes en la plataforma. Ya tiraron de High School Musical y harán lo propio con las películas Nuestra pandilla, Socios y sabuesos y Somos los mejores, tienen dificultades con la continuación de Lizzie McGuire -que quieren que sea mucho más blanca de lo que pretendían su creador y su actriz- y están intentando hacer algo con los Muppets aunque no tienen muy claro qué.
Falta por ver si Frozen será la siguiente en ampliar su universo a través de Disney+. No nos extrañaría nada.