(Fuente: TNT)
Snowpiercer, la adaptación a serie de la película de Bong Joon-ho que, a su vez, adaptaba un cómic francés del mismo título, ha sido uno de los proyectos que más vueltas ha dado y más obstáculos ha tenido que sortear antes de que, hace unos días, TNT anunciara su estreno en Estados Unidos para el 17 de mayo. Poco después se sabía que sería Netflix quien la traería a España; allí se verá el día 25 de este mismo mes.
Estas fechas de estreno ya marcan el final del camino para una serie que ha tenido un cambio de showrunner y director con el piloto ya rodado y que ha estado rebotando entre TNT y TBS como una pelota de pimpón, pues le pilló en pleno proceso de decidir forma y fecha de estreno la compra de Time Warner por parte de AT&T. Al final, la Comic-Con de Nueva York del año pasado fue la primera toma de contacto del público con la serie, que ha lanzado ya un par de tráileres, el último, hace unos días.
Entre tanto ajetreo detrás de las cámaras, es fácil perder de visa que lo que importa realmente es si Snowpiercer merece la pena y, en el caso de que nunca hayamos leído el cómic Le Transperceneige ni visto la película, contar con algunos datos básicos para decidir si nos llama la atención.
La historia de ‘Snowpiercer’
Nos situamos en un futuro en el que la Tierra ha sufrido una glaciación extrema y ha quedado cubierta por nieves y hielos perpetuos. Los pocos supervivientes humanos se han refugiado en un tren que recorre el planeta sin parar nunca, pues cualquier detención representaría la muerte de sus ocupantes.
En ese tren, el rompenieves del título, sus pasajeros se han repartido según un estricto sistema de clases en el que los más pudientes se encuentran en los vagones de cabeza, mientras los más pobres están en los de la cola y, además, han de alimentar el motor del tren. El descontento va creciendo entre los ocupantes de esa parte del ferrocarril, hasta que cristaliza en un movimiento que solo tiene un objetivo: conseguir avanzar hasta llegar el primer vagón de todos.
El reto de la serie es explorar más a fondo temas como la lucha de la clases, la injusticia social y lo que uno está dispuesto a hacer por sobrevivir, y expandir más a los personajes secundarios, aunque parece que va a tener dos protagonistas muy claros. Por un lado, Layton, que se ha conformado con pasar la vida en la cola del tren, esnifando como droga los deshechos del motor, y que acaba arrastrado a la emergente revuelta, y por el otro, Melanie, pasajera de primera clase que hace también los anuncios por megafonía, y que siente cierta curiosidad por quienes habitan los últimos vagones.
Los responsables de la serie
(Fuente: TNT)
Finalmente es Graeme Manson, uno de los creadores de Orphan Black, quien toma las riendas de manos de Josh Friedman como showrunner de Snowpiercer. El reparto de la serie es muy amplio, encabezado por Jennifer Connelly y Daveed Diggs, alguien aún desconocido fuera de Estados Unidos pero que allí es una estrella por haber sido uno de los actores originales de Hamilton, el musical que es el mayor fenómeno de Broadway de los últimos años. Les acompañan Alison Wright, otra actriz teatral como Lena Hall (Hedwig and the angry inch) y Sean Bean, entre otros.
Bong Joon-ho figura como productor ejecutivo junto con Mary Edelstein, quien compró los derechos de la adaptación. Snowpiercer está ya renovada por una segunda temporada, que estaba terminando de rodarse cuando la crisis del coronavirus obligó a suspender su rodaje.
En cuanto a lo que veremos en sus episodios, Daveed Diggs afirmó, en una de las primeras apariciones de los actores ante los periodistas, que la serie ampliaría mucho el mundo presentado en la película: “es una de las ventajas de la televisión, tienes tiempo. La política que se insinúa en la película se explora en mayor profundidad, y el mecanismo del tren; son las pequeñas cosas que crean un mundo, la especificidad de ese mundo”.
