Este artículo se ha escrito tras ver la temporada completa de ‘Katla’ y contiene spoilers.
De alguna manera, el final de Katla da respuesta a los problemas que se habían ido originando durante toda la temporada: se podría decir que todos los suplantadores han cumplido con su cometido y se ha cerrado el círculo. Por fin sabemos el origen de su presencia y la lógica que se encierra tras ellos, de modo que la serie tiene un final sencillo (quizás demasiado) que, aparentemente, nos deja satisfechos. Salvo por un detalle: no hemos acabado.
Ya sabemos que el Katla tiene como origen un meteorito que posee la extraña capacidad de formar replicantes que cumplan los anhelos de la población cercana. Como explicación es original, bordea la magia y nos da la posibilidad a pensar que la fantasía es posible incluso con origen científico. Si la serie no continuara con una segunda temporada, más o menos dejará unas respuestas con las que nos podríamos conformar, pero lo cierto es que no hemos hecho más que abrir el melón.
Realmente no sabemos cuáles son los componentes de ese meteorito que reaccionan de una forma tan extraña. Sabemos qué ha pasado, pero no por qué. Aunque muchos de los arcos han quedado respondidos no han dado más que la réplica al problema concreto, siendo bastante limitada. Por lo pronto hay una pregunta que salta al segundo, ¿quiénes son esos nuevos seres?, ¿debería contestar a eso una temporada 2? Posiblemente, pero sobre todo debería explicarnos hasta cuándo va a seguir esto. Las historias concretas que se centran en la anécdota son interesantes, y se podría seguir abriendo arcos que nos relataran vidas específicas, pero sin duda lo que más apetece saber es el poder de algo así y sus límites.
Con la renovación de la serie todavía pendiente, es el momento de elucubrar los caminos por los que desearíamos que siguiera. Sin duda, por mi parte y ya sabiendo cuál es la anomalía, quiero investigarla. La reacción automática del cuerpo científico ha sido huir. No sabemos a qué nos enfrentamos, su efecto y las posibilidades de poder que nos abre; pero lo queremos saber. Pese a que la intuición podía haber hecho pensar en los saltos temporales para explicar la presencia de esos seres doblados, la capacidad de responder a los anhelos es mucho más interesante: el meteorito comprende la vida humana e interacciona con ella.
Parece que los seguidores de Dark hemos encontrado un lugar en el que poder ver el contenido oscuro y especulativo que esperábamos. Posiblemente la de Katla no tiene la complicación narrativa que llevaba consigo la alemana, no necesitamos esquemas que nos aclaren las relaciones y es mucho más fácil de seguir pero, si se logra coger un buen camino, un meteorito que se mete en nuestras vidas puede ser un buen sustituto.
‘Katla’ está disponible en Netflix.