Buscar
Buscar

‘American Crime Story’ y la deuda que tenemos con Monica Lewinsky

Monica Lewinsky en la entrevista en ‘Last Week Tonight con John Oliver’ de marzo de 2019. (Fuente: YouTube)

Enterarme de que la tercera temporada de American Crime Story se centrará en el Escándalo Clinton-Lewinksy (solo Lewinsky en español) con Monica Lewinsky como productora, es la mejor noticia que me ha dejado la TCA este verano.

Con Lewinsky me pasó este mismo año lo que me ocurrió al ver la docuserie Lorena en Amazon Prime Video, que al escucharlas hablar a ellas por primera vez, me di cuenta de que había dejado que la historia que otros escribieron sobre ellas se asentara en mi imaginario; que permití, sin ningún espíritu crítico, que los titulares las deconstruyeran hasta anular a las personas y convertirlas en una broma recurrente; una broma que seguramente yo he repetido.

Han pasado 21 años desde el proceso de destitución de Bill Clinton en 1998 y lo único que yo recordaba de todo aquello era que ella había guardado un vestido con restos de semen, los comentarios soeces que se hacían a su costa y las bromas en prime time sobre penes y felaciones. Nunca supe nada más y lo peor es que tampoco me interesé por revisitar lo que había ocurrido, hasta que en marzo de este año John Oliver la entrevistó en Last Week Tonight.

Tiene un efecto muy poderoso escuchar a una persona reclamar su propia narrativa, descubrir que ha sobrevivido al proceso destructivo de la “industria de la humillación” (Monica Lewinsky, 2015), que ha sido capaz de reconstruir la identidad que le habían robado y que en las experiencias vividas ha encontrado un propósito como embajadora de organizaciones contra el acoso. Después de escucharla en aquella entrevista vi El precio de la vergüenza, el Ted Talk que hizo en 2015, y no exagero cuando digo que me emocioné al ver la ovación en pie que recibió al final.

Me emocioné porque entendí lo importante que debía ser para ella ser escuchada y porque me habría gustado estar allí para aplaudirla, porque me fastidia, a nivel personal, que después de todo lo que me había enseñado el movimiento #MeToo, nunca pensé en ella: una becaria de 22 años en una relación con su jefe de 49; una situación en la que siempre hay desequilibrio de poder, y en la que su jefe, además, era el presidente de los Estados Unidos. Un hombre que negó en los peores términos que aquello hubiese ocurrido y que la hizo cargar con el peso de una opinión pública global en contra, en una época en la que no disponíamos de las herramientas de pensamiento crítico que, afortunadamente, tenemos ahora.

Por eso, este es el mejor momento para reescribir ese capítulo, y Ryan Murphy ha acertado dándole voz a quien le fue robada, porque ya sabemos que elegir quién cuenta las historias es muy importante. Que se lo digan sino a HBO cuando anunció en una nota de prensa que Weiss & Benioff estaban encargados de desarrollar una premisa tan conflictiva como la de Confederate.

Further reading

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando, está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. Pulse el enlace para más información. ACEPTAR

Aviso de cookies