La sobreproducción de series de televisión en la que vivimos tiene muchas cosas buenas para la industria, y los que forman parte de ella, y también para los que pasamos nuestro tiempo de ocio disfrutándolas. Porque además de una nueva ficción podemos encontrarnos con una nueva razón para recorrer una ciudad o visitar un lugar. Ser el escenario de una producción televisiva es un excelente escaparate que llega a millones de hogares y la mejor invitación para añadir un destino turístico para nuestras vacaciones.
Ahora que el regreso a la normalidad y las vacaciones están a la vuelta de la esquina parece que podremos disfrutar de unos merecidos días de descanso lejos de la rutina diaria. El momento perfecto para poner al día la lista de destinos seriéfilos que la pandemia nos ha impedido visitar. Porque en el último año la ficción española nos ha dejado varias series que pueden convertirse en la excusa perfecta para hacer una escapada y conocer los lugares que nos conquistaron desde la pequeña pantalla.
Galicia: ‘El desorden que dejas’ y ‘La Unidad’
Por si su gastronomía, su clima, sus playas y su naturaleza no eran suficiente razón para disfrutar de la comunidad más occidental de la península, en el último año Galicia se ha convertido en un plató recurrente para la ficción española. Y vamos a empezar nuestro viaje con la única provincia de interior, Ourense. Allí se rodó principalmente la miniserie de Netflix El desorden que dejas y nos puso los dientes largos, a pesar de la truculenta trama, con paisajes espectaculares y calles que apetecía recorrer.
Novariz, el lugar en el que transcurría la producción, era en realidad una combinación de varias localidades. El instituto en el que trabaja Raquel (Inma Cuesta) podemos encontrarlo en Celanova, mientras que las termas que visitaba con su marido y en las que se encontraba con Iago (Arón Piper) y Roi (Roque Ruíz) son las Caldas Romanas de Bande. Precisamente a Roi le veíamos escribir sentado en la orilla de un río, el Avia, que pasa (como indica su nombre) por la localidad de Ribadavia y su Rúa Extramuros.
La miniserie creada por Carlos Montero y basada en su propio libro también recurría a las provincias vecinas para ambientar sus escenas. Y el espectacular lugar en el que Raquel descubre las respuestas que estaba buscando, en el embarcadero de piraguas, es el Cañón del Sil en Sober (Lugo). Y cuando termina la producción podemos verla de regreso en el hogar familiar, situado en A Coruña y más concretamente en la Avenida de la Marina.
Precisamente A Coruña fue la provincia en la que se ambientaron algunas escenas de otra serie española estrenada en 2020, La Unidad. Y no solo cuando la acción transcurría allí, porque el lago de aguas turquesas que vemos en la historia ambientada en Nigeria es en realidad el Monte Neme, que no es apto para el baño. Otra ocasión en la que la provincia hizo las veces de un lugar diferente fue en la trama de la persecución de los terroristas por tierras aragonesas. En realidad estas imágenes se rodaron en el Parque Natural de Fraguas do Eume.
Andalucía: ‘Veneno’
Si las localizaciones de The Crown no son suficiente razón para viajar a Andalucía tenemos otra excelente, Veneno. Porque la serie creada por los Javis se ambientaba, en sus primeros episodios, en dos de sus provincias, Almería y Málaga. En la primera está Adra, el pueblo costero que vio nacer a Cristina en 1964. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y como es habitual ahora se divide entre la zona puramente turística y la localidad original. Y será aquí donde reconoceremos las calles y las casas por las que se movía el pequeño (todavía) Joselito. Aunque la producción también recurrió a La Isleta del Moro, en el Cabo de Gata, para ambientar algunas de estas tramas.
Cuando salió de su casa familiar Cristina puso rumbo a Marbella junto a su hermana Mari Tere. Pero no a la fastuosa Marbella que conocemos ahora, sino a los campos que la rodean y en los que trabajó durante algunos años. Y para desconectar y hacer sus primeras apariciones como transformista se escapaba a Torremolinos, en cuyas discotecas conoció a Paca «la Piraña» y que en realidad fueron recreadas en estudios.
Barcelona: ‘El Inocente’
A pesar de que la miniserie protagonizada por Mario Casas y Aura Garrido se basaba en una novela ambientada en Estados Unidos Oriol Paulo trasladó El Inocente a Barcelona y nos mostró algunos de sus lugares más emblemáticos, como el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, el zoo de la ciudad o el barrio de l’Eixample. El espectacular rascacielos al que Mat (Casas) y Zoe (Anna Alarcón) van a buscar a Rodrigo Gallardo (Santi Pons) es el Hyatt Regency Barcelona Tower, situado en la cercana localidad de Hospitalet de Llobregat.
Otros de los escenarios reconocibles de la producción fuera de la ciudad condal son la playa del Masnou en la que se conocen los protagonistas, o el aeropuerto del Prat, en el que les vemos despedirse. La fiesta universitaria del comienzao de la serie se rodó en el Pabellón Municipal Deportivo de Granollers. Y para encontrar el internado que gestiona la directora Valtierre (Susi Sánchez) la serie se trasladó a Berga y más concretamente al Convent de San Francesc, donde reconoceremos sus pasillos y su claustro.
Levante: ‘Paraíso’
La ficción española más veraniega que se ha estrenado recientemente es, sin duda, Paraíso que desde el 4 de junio podemos disfrutar en Movistar+. La historia de Javi, Quino, Álvaro y Zeta para esclarecer la desaparición de Sandra, Eva y Malena transcurre en la localidad ficticia de Almanzora de la Vega. En la realidad el rodaje se produjo, además de en varios emplazamientos de la Comunidad de Madrid, Segovia y la provincia de Zaragoza, en diversas localidades de la Comunidad Valenciana.
La base del rodaje se estableció en Altea, perfectamente reconocible en los planos aéreos en los que podemos ver el Peñón de Ifach, los tonos blancos de sus casas o la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Allí también se encuentran las casas de algunos de los protagonistas, así como la Playa de la Olla o el puerto. Sin embargo, su paseo marítimo se rodó en El Perelló, perteneciente al municipio valenciano de Sueca, así como el exterior del cuartel de la Guardia Civil, la calle principal o algunos comercios.
En sus paseos en bicicleta los protagonistas recorren varios puntos del Parque Natural de la Sierra Helada, que se distribuye entre Benidorm, Alfaz del Pi y la mencionada Altea. En Jávea la producción se sirvió de uno de sus miradores más reconocibles, el del mirador del faro del Cabo de San Antonio. Y un poco más al sur, en Santa Pola, se encuentra el restaurante de la familia de Quino.
La fotogénica pasarela sobre la playa pertenece a la localidad castellonense de Chilches, donde también se rodó una de las secuencias del descubrimiento entre las rocas. Y otro de los emplazamientos más vistosos de la producción es el Parque Nacional de la Albufera, que podemos ver en los viajes en coche. En la provincia de Valencia la producción también utilizó las cuevas de Requena, construidas entre los siglos IX y XIII y que originalmente se utilizaron como bodega o despensa, aunque también sirvieron como refugio.