La política de Netflix con la promoción de los estrenos es desigual: en ocasiones ves un título hasta en la sopa y es promocionado durante días y, en otras, ni detectas la existencia de la serie hasta pasado un tiempo. Es lo que me sucedió con En la ciénaga que, pese a ser yo el cliente perfecto para ella, no supe de su existencia hasta hace pocos meses. Es de esas propuestas que pasan desapercibidas y que, en cambio, ofrecen algo distinto a lo que últimamente está sacando la plataforma.
En la ciénaga podría ser perfectamente una serie de Filmin o de las nuevas compras de Movistar+; ambientada en Polonia, con fuerte fondo político, policíaca y con escenas donde no hay una acción frenética, además de breve, pues su primera temporada tiene únicamente cinco episodios y la segunda seis. Ambas son autoconclusivas y, de hecho, fue una sorpresa que regresaran con una segunda tanda de capítulos, aunque tiene un poco de truco para que tenga sentido el regreso.
El arranque de la serie está ambientado en la Polonia comunista de los años ochenta, cuando se encuentran varios cuerpos correspondientes a dos crímenes distintos. Y pese a que la policía da el asunto por cerrado sin casi investigación, Piotr Zarzycki (Dawid Ogrodnik), un periodista recién llegado desde Cracovia desconfía de la resolución policial y comienza a investigar por su cuenta con sus jefes en contra. No es una premisa especialmente original: un crimen y una búsqueda promovida desde la prensa y en contra del status quo, pero es la ambientación y el contexto lo que le hace ganar puntos.
Aunque no es necesario conocer mucho de la historia polaca, reconozco que utilicé el buscador en un par de ocasiones para aclarar cosas que se citan y que, en mi infinita garrulez, apenas conocía. No es imprescindible, pero sí da un poco más de contexto a la cabeza. En general, la serie es sencilla de seguir, sin mucho giro imposible y suficientemente interesante para que me bebiera ambas temporadas en un par de días. Si quieres comenzar con las series europeas y no sabes por dónde, esta es una buena entrada. Haz la cata porque, si te gusta, se acaba de abrir un abanico nuevo de series entre las que encontrarás títulos increíbles.
Dos temporadas autoconclusivas
Pese a que la primera historia ocurre en la década de los ochenta y es una trama que queda satisfactoriamente cerrada, Showmax (su canal original) decidió darle una segunda vida. Para ello, la estrategia ha sido adelantarnos en el tiempo y viajar hasta 1997, y lo hace con bastante gracia. De hecho, Piotr ya no es ese jovencito perdido que está comenzando en el gremio, regresa como todo un padre de familia, con experiencia y reputación suficiente para dirigir el periódico. Pero el suyo no es el único personaje que vuelve, la verdad es que la serie tiene mano para recuperar a los personajes pasado el tiempo, muchos continúan en el mismo sitio aunque con su vida evolucionada, como lo ha hecho el país.
Y es que el salto nos sirve para dejar atrás la Polonia comunista y ver cómo se encontraba el país en los noventa, lo que hace que, aunque no sea imprescindible ver la primera temporada antes, exista un juego divertido de comparación entre personas y lugares y en la propia sociedad. La de 1980 es una Polonia de edificios plurifamiliares, con vivienda pequeña y un entorno empobrecido, el de 1997 empieza a conocer los grandes crecimientos de baja densidad y, de hecho, este, su cercanía respecto a la ciénaga del primer crimen y lo que la sociedad ha hecho para poder construir sin control son uno de los grandes ingredientes de la historia.
‘En la ciénaga’ está disponible en Netflix.