Sherlock Holmes y Gregory House son dos caras de una misma moneda: audaces investigadores, inteligentes, adictos a las drogas, malhumorados, con poco respeto por sus superiores, unos perfectos capullos con los que les rodean y, sin embargo, los mejores amigos y personas cuando se lo proponen. No obstante, según David Shore -creador de la serie House-, la construcción del personaje al que dio vida el británico Hugh Laurie no está basada solo en Sherlock Holmes, sino que existen otras razones por las cuales se creó este peculiar investigador de enfermedades, además de las referencias de, al menos, otro personaje televisivo.
Desde su llegada en 2004, durante las ocho temporadas que duró en emisión la serie, apreciamos y cogimos mucho cariño a este doctor sarcástico, adicto a la vicodina, con un trato a pacientes y compañeros que dejaba bastante que desear y que se sabía superior a los demás. La forma en la que investigaba las enfermedades y daba con la solución, con ese estilo tan detectivesco, no hacía más que afinar la delgada línea que existe entre el residente en el 221 B de Baker Street y el doctor loco del bastón. La referencia es tan clara al personaje que salió de la pluma de Sir Arthur Conan Doyle (escritor y médico) que hasta los nombres, tanto del protagonista como de su compañero de batalla, son bastante semejantes: Holmes-House y Watson-Wilson.
Sin embargo, pese a que la referencia al icónico detective Sherlock Holmes sea lo primero que se nos viene a la mente, la creación de Gregory House viene dada por la necesidad de cubrir un hueco de programación que Paul Attanasio, productor de la serie, vislumbró en su momento al leer una columna del New York Times escrita por, Lisa Sanders, quien acabaría como asesora técnica en la serie, en la que desentrañaba casos médicos raros y misteriosos.
En la televisión existen, existieron y lo seguirán haciendo en el futuro, dos géneros que siempre funcionan con mayor o menor acierto: el procedimental policíaco y los dramas médicos. De esta manera surgió la idea de una serie sobre un investigador médico cuyas pesquisas le llevarían no a resolver crímenes, sino a resolver las enfermedades que padecían los pacientes que acudían a su consulta de detective/doctor. Creado el caldo primigenio de la serie, había que crear al protagonista. Sería alguien que no casara con la idea del médico buenrollero, que fuese lo suficientemente empático y a la vez tan despegado de las personas a las que tratase -pues sus métodos no iban a ser los ideales- que el público le quisiera y odiara por igual. Pero House no es solo Sherlock Holmes.
Para ahondar en la creación de las capas que compusieron a Greg House, Shore echó la vista hacia atrás para inspirarse en otro médico poco convencional que causó furor en la televisión de la década de los 70, el protagonista de Marcus Welby M.D., interpretado por Robert Young. Al igual que House, el doctor Welby era querido y utilizaba métodos poco ortodoxos para salvar a sus pacientes. Sin embargo, a diferencia del doctor con plaza en el Princeton-Plainsboro, Welby era mucho más indulgente y educado con sus pacientes de lo que era el personaje de Laurie. Y si el contrapunto de House era su íntimo amigo, el especialista en oncología James Wilson, el contrapeso de Marcus Welby era el joven doctor Steve Kiley, interpretado por James Brolin. Kiley poseía un estilo más tradicional para solventar los problemas médicos, pese a ser más joven que Welby, lo que se traducía en una lucha de egos y continuas discusiones entre ambos galenos.
El éxito de la serie emitida en ABC entre 1969 y 1976 llegó a tal punto que durante su segunda temporada (1970) se convirtió en la serie más vista del canal, según los datos de Nielsen, y le reportó el Globo de Oro y Emmy a mejor serie dramática, así como los Emmys a mejor actor principal y secundario a Robert Young y James Brolin, respectivamente. Marcus Welby M.D. fue una serie que no escapó de la controversia por su trato de algunos temas sociales de la época como el aborto y en ciertos episodios vinculó homosexualidad con problemas mentales o una violación que unía homosexualidad y pedofilia. Estos puntos de vista tuvieron consecuencias como la no emisión de alguno de esos episodios en cadenas afiliadas o la retirada de anunciantes, así como la airada protesta de la Alianza de activistas gays que ocuparon la sede de la ABC en Nueva York. Afortunadamente, los tiempos cambian y, al igual que evoluciona la medicina, evoluciona la mirada de las series hacia un colectivo que en House estuvo representado por Olivia Wilde, Trece, quien interpretó a una doctora bisexual en el equipo de investigación que padecía la enfermedad de Huntington.
Así las cosas, Sherlock Holmes y Marcus Welby fueron los referentes utilizados para crear al doctor House, sumados a una experiencia médica personal y la necesidad de cubrir ese hueco que el público demandaba y Attanasio supo descubrir. Además, para hacerlo un poco más suyo, Shore dotó al personaje de experiencias propias y partes de sí mismo, un clásico entre los escritores cuando dan vida a sus creaciones. Solo nos falta descubrir si la famosa frase de House «todo el mundo miente» es suya, salió en la sala de guion o surgió de la improvisación de Hugh Laurie.
‘House’ está disponible en Amazon Prime Video.