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Las 3 cosas que más nos gustan y las 3 cosas que no de ‘Locke & Key’

(Fuente: Netflix)

La adaptación de cómics a series es una de las bazas con las que juegan tanto Netflix como el resto de plataformas. En ellos encuentran un repositorio de historias fantasiosas de cualquier corte que sirven como punto de partida, y cuyo público interesado ya ha sido testado. No es una regla directa, pero sí parece que si un título recibe mucho apoyo de sus lectores, contará ya con una base interesada para su traslado a serie de televisión, como ha pasado con Locke & Key.

La historia de Joe Hill y Gabriel Rodríguez parte de una casa con misterios ocultos para abrir un nuevo mundo, donde algunas llaves sirven para mucho más de lo que estamos acostumbrados. Repasemos algunos de los puntos que más nos han gustado, y los que menos, de una ficción que ha dado mucho de lo que hablar.

A favor

1. Un nuevo mundo

Aunque la premisa no es tan original (hay muchos precedentes de puertas que te llevan a otros lugares), el descubrimiento de un nuevo mundo, con sus propias reglas de juego, es siempre bienvenido si viene acompañado de una buena narrativa. Además, que el concepto “llave que abre” no se limite a puertas, sino a accesos en una definición más amplia, hace que las posibilidades que nos ofrece sean infinitas.

Lo que hasta ahora hemos visto, de hecho, no es más que una introducción en la que se presentaban el objeto y la persona que aprende su funcionamiento. Lo que viene ahora, si la serie es renovada para otra temporada, es el reto de dejar a unos adolescentes siendo guardianes de un secreto como este y de un mecanismo tan goloso como el de las llaves.

2. El ritmo de los últimos episodios

La primera mitad de la temporada peca de una falta de ritmo que se compensa a partir del séptimo episodio, cuando se le da la vuelta a la trama y coge la velocidad y los contenidos que se le reclaman a una serie así. El resultado es acabar la temporada con ganas de más y con la sensación de que solamente se ha arrancado una historia que tiene mucho que contar.

Es una manera de funcionar algo tramposa, porque los seis primeros episodios tienen un nivel inferior y dejan el buen sabor de boca para el final, pero partiendo de ese punto puede darse una segunda temporada potente y muy interesante.

(Fuente: Netflix)

3. Dodge es todo lo que le podemos pedir a una villana

Dodge (o Eco) es el nombre que recibe la mala-malísima de Locke & Key. Y no podría ser mejor. Tiene una apariencia afable que enseguida se transforma en alguien fuerte, con planes propios y dispuesta a hacer lo que haga falta para engañar a quien sea necesario. Pero, además, utiliza un mecanismo que obliga a reestructurar todo lo que se ha visto (y hasta aquí cuento para no destripar la serie).

En cualquiera de sus puntos es interesante y su personaje tiene una complejidad que ya podríamos pedirle a todos. Sin duda, es una de las mejores cosas que ofrece la primera mitad de la temporada y uno de los componentes que hace que su final sea enloquecido y emocionante.

En contra

1. La falta de oscuridad

La historia es monstruosa en muchos sentidos y tiene un potencial de miedo y suspense que no acaba de ser explotado. En ese sentido, la propuesta de Locke & Key se queda en una liga muy blanca y apta para todos los públicos. Es una lástima que la historia de Joe Hill no refleje toda la oscuridad que podría tener y que se haya dulcificado su imagen.

Pese a todo, no ha sido del todo reblandecida y mantiene algo de la intriga de su esencia. No llega al nivel de La maldición de Hill House y se queda en un punto que la recuerda a menudo con añoranza(especialmente en su arranque). Sin embargo, como he comentado arriba, a partir del séptimo episodio tiene suficientes cosas que contar como para no estar pensando en ningún otro título ni en potenciales no explotados.

(Fuente: Netflix)

2. El adulto como ser incapaz de creer

Es un tema de lo más repetido. La magia es algo restringido a los niños y alcanzar la madurez es dejar de poder mirar el mundo con esos ojos. Y es un recurso que aborrezco, en especial porque limita las historias mágicas al joven, infantilizando las tramas y haciendo que sean productos únicamente para jóvenes. Se expulsa al adulto de un mundo que puede tener toda la negrura capaz de imaginarse.

De hecho, es un punto que cuelga del anterior. El adulto no cree en magia, solo el joven, luego la historia pasa a ser juvenil y, por lo tanto, se le rebaja la oscuridad. No tengo problema con que algunas historias sean para el público infantil; sí con que narraciones de miedo como esta pasen a ser, ya no adaptadas para todos los públicos, sino escritas principalmente para los más jóvenes. Es una pérdida de oportunidad que además estigmatiza el género.

3. Protagonistas poco carismáticos

Es algo que ya comentaba en la crítica inicial de Locke & Key, pero a los niños protagonistas les falta un punto de sal. Pasado un tiempo desde que acabé la temporada, soy incapaz de recordar exactamente a los tres hermanos. No dejan una gran huella, cosa que no ocurre con Dodge o incluso con la madre (y sí con el tío, ¿en qué momento se pensó que Poochie era necesario en la historia?).

Es una lástima porque, si sobre ellos recae gran parte del peso de la historia (y no parece que vaya a cambiar), es importante contar con papeles carismáticos. No pasa lo mismo con sus amigos, que sí tienen una personalidad más marcada que hace que sus personajes se dibujen con claridad. Es una oportunidad perdida para una serie centrada en la misión de tres niños.

‘Locke & Key’ está disponible en Netflix.

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