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«¡Papá, el Capitán America es un Skrull!» o por qué ver dibujos con niños es tan divertido

(Fuente: Disney+)

Me gusta ver dibujos animados, no me escondo. Y no hablo series como Los Simpson, Bojack Horseman o Invincible, que también. Hablo de series infantiles que de vez en cuando me ayudan a descongestionar la mente de tantos procedimentales, thrillers o dramedias que embotan mi cabeza. La última serie que he visto -y ha sido una grata sorpresa- ha sido Los Vengadores: los héroes más poderosos de la Tierra, disponible en Disney+.

Reconozco que a veces sigo mentalmente instalado en los 14 años, como demostré hace poco en mis redes. Además, he encontrado en mi hijo el compañero perfecto para ver dibujos. Ambos nos retroalimentamos; él obtiene más información de lo que ve con mis comentarios y yo contemplo las cosas a través de los ojos de un niño. Sus reacciones, comentarios y sorpresas son impagables: «¡Papá, el Capitán America es un Skrull!» o «Nadie puede derrotar a Visión» son algunas de las perlas que él suelta al aire y yo recojo ávido para mi regocijo. Dice una buena amiga que estoy «adoctrinando» a mi hijo, a lo yo que le respondo que le estoy educando en valores.

Desde que se anunció la llegada de Disney+ he esperado fervientemente a que se recuperaran algunas de las series de dibujos que en los 90 fueron un hito: Spiderman, X-Men, Los Osos Gummi o Gárgolas. Después de casi 30 años he revisitado algunas de ellas con nostalgia y, a la vez, las he podido ver a través de la mirada de un niño del siglo XXI. El caso es que las series no han envejecido mal, no del todo. De entre las series clásicas que hemos recuperado, Los Osos Gummi es la que más ha aguantado el tirón del visionado. Los osos antropomorfos y sus constantes saltos, gracias al jugo de Gummibaya, son los que más le han divertido, tanto que no le ha hecho falta la poción para saltar por toda la casa como un oso más.

Sin embargo, la serie que más ganas tenía de volver a ver, X-Men, no le ha convencido tanto, y eso que tiene a Bestia «que es muy inteligente y cuando pelea se quita las gafas», dice. Más allá del anticuado formato 4:3 -en serio, Snyder-, el problema principal con el que me he encontrado, o que me he percatado de que le sucede al niño con la serie de los mutantes, es que los ritmos tan lentos en la narración le aburren.

(Fuente: Disney+)

Tras Los Osos Gummi y X-Men, vimos Los Vengadores: Los héroes más poderosos de la Tierra. En esta serie, estrenada en 2010 en un momento en el que el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) aún estaba en pañales y no era el mastodonte que conocemos hoy, nos hemos encontrado con un mayor ritmo visual y narrativo que en las series de la Casa de las Ideas de los años noventa. Los tempos de los dibujos animados en la actualidad son más rápidos, más dinámicos que entonces y, pese a que un adulto pueda aguantar por varios segundos un plano con cierto significado cinematográfico, un niño no lo va a hacer. Sin lugar a dudas, esta es la serie que más hemos disfrutado de las tres, especialmente el tramo de los Skrull y cómo sustituían a los superhéroes en Invasión Secreta.

Visto el resultado algo nefasto con los clásicos, dudo de si haremos bien en ver Gárgolas o si directamente pasaremos a ver Los Vengadores: Unidos. Al menos me quedaré con la recompensa de haberle «adoctrinado» en el MCU y, dentro de unos años, podrá sustituirme en el podcast Universo Marvel de Fuera de Series.

‘Los Vengadores: Los héroes más poderosos de la Tierra’ está disponible en Disney+.

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