David Tennant, como el demonio Crowley. (Fuente: Amazon)
Hay un tono humorístico muy específico de los escritores británicos que funciona bien en los libros, pero que tiene una traslación complicada a la gran pantalla. Douglas Adams, Jasper Fforde o Terry Pratchett aplican a la ciencia ficción, la metaliteratura y la fantasía una ironía y una manera de ver el mundo que es muy intrínseca a ellos y a la palabra escrita, y que se resume perfectamente en aquella sentencia de que la respuesta al sentido de la vida, del universo y de todo lo demás es 42.
Good Omens entronca con esa tradición de observar con distancia algo enorme y de implicaciones extremas y sacarle toda la punta posible. En forma de novela, Pratchett y Neil Gaiman la escribieron en 1990 y encontraban todo el humor y las situaciones absurdas en la vieja historia del Anticristo, la llegada del Juicio Final y la lucha eterna entre el Bien y el mal, entre el Cielo y el Infierno, representada en un ángel y un demonio que, en realidad, se rigen más por el “virgencita, que me quede como estoy”.
La serie que Amazon estrena hoy, en coproducción con BBC, está supervisada por Gaiman y aspira a transmitir el espíritu de diversión del libro. El primero de sus seis capítulos (que Amazon enseñó a la prensa antes del estreno) sólo es una presentación de todo lo que está por venir: quiénes son Azirafel (Michael Sheen) y Crowley (David Tennant), en qué condiciones trabajan (es un decir) en la tierra, las reglas para la llegada del Apocalipsis… Es nuestra puerta de entrada a un universo que no se toma demasiadas cosas en serio y consigue que nos hagamos una idea de las piezas fundacionales de la historia.
Y lo consigue, sobre todo, porque es una delicia ver a Michael Sheen y David Tennant juntos. El ángel un poco paradete y tímido y el demonio arrogante y vendehumo forman un dúo al que no nunca te cansas de ver. Se complementan a la perfección y tienen una gran química, más un manejo del ritmo cómico insuperable.
Michael Sheen, como Azirafel. (Fuente: Amazon)
Lo que falta es que el resto de la serie se ponga a su altura. Y no porque sea convencional o aburrida, porque no es el caso, pero se aprecia un algo, una chispa, en las escenas que comparten que se echa en falta en lo demás. También es cierto que en el primer capítulo no conocemos a muchos de los personajes que serán importantes después (y que Jon Hamm ha interpretado ya varias variaciones de su arcángel Gabriel en plan jefe que no se entera) y que hay algunas referencias y bromas realmente logradas, por lo que es pronto para juzgar toda la serie.
En su arranque, Sheen y Tennant eliminan cualquier reticencia que podamos tener. Y, si no hemos leído el libro, se logra transmitir sensación de imprevisibilidad, de que hay gente tan incompetente al mando, que lo mismo el Apocalipsis es un éxito que nadie se acuerda de que tenía que ocurrir. Lo que Good Omens pretende es divertirse con las historias bíblicas del fin del mundo y con nuestras pequeñas miserias. El primer episodio apunta buenas maneras.
‘Good Omens’ está disponible completa en Amazon Prime Video.