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Cinco series italianas para aprender y practicar el idioma, ordenadas por niveles

A tres metros sobre el cielo: La serie
Series italianas: Doc
Luca Argentero es el doctor Andrea Fanti en ‘Doc’. (Fuente: AXN)

Todo suena mejor en italiano, incluso los insultos y las palabrotas. Y, no, hablarlo bien no es tan fácil como pueda parecer en un principio. Porque, por mucho que para pedir un helado y preguntar dónde está el Coliseo no haga falta leer a Umberto Eco en original, mantener una conversación medio interesante tiene su esfuerzo detrás. El italiano suena parecido al español, pero su gramática se asemeja más la francesa y tiene más verbos irregulares y letras dobles que temazos a nivel mundial tienen Umberto Tozzi y Raffaella Carrá juntos.

Para quienes estén empezando, aquí va una selección de cinco series italianas tan válidas para aprender y perfeccionar el italiano como Friends lo ha sido siempre para el inglés. Algunas son muy buenas. Otras, entretenidas y adictivas sin remedio. Y, antes de entrar en materia, una aclaración: si no están ni Gomorra ni La amiga estupenda es porque el uso de los dialectos complica la comprensión y el aprendizaje.

‘A tres metros sobre el cielo’ (Nivel A1/A2)

Decía Maritxu Olazabal en su crítica de A tres metros sobre el cielo que “no esconde ser una serie blanda que viene a hablar de cosas bonitas y de esperanzas de juventud”. Tal cual. Eso es esta adaptación en formato serie de la novela de Federico Moccia que en el cine ha vivido dos asaltos, el de Mario Casas y el de Riccardo Scamarcio (él fue primero). En cuanto a la estrenada por Netflix durante el confinamiento, más allá del nombre y ese espíritu de dos polos opuestos de mundos distintos que se atraen tiene poco en común con el texto original. Bueno, la pasión motera del protagonista. Aquí, en la serie, la pareja la forman otros: Summer y Ale. Ella, Coco Rebecca Edogamhe. Él, Ludovico Tersigni, uno de los protagonistas de la versión italiana de Skam.

Más allá de lo que pueda enganchar y lo fácil que resulta de ver, también es una serie sencilla de entender y seguir para principiantes. Porque el argumento es el que es y la mayor parte del tiempo es altamente previsible, lo cual siempre ayuda a no perderse en la trama. Las conversaciones, por muy trascendentales e intensos que quieran ponerse los protagonistas (no lo hacen a menudo porque, por suerte, no son personajes de Luca Guadagnino), no dejan de ser adolescentes con sus cosas de adolescentes. Y luego está el tema de las canciones, que hay muchas, pegadizas y con un vocabulario sencillo. Ideal para aprender frases hechas con las que hacer los primeros pinitos en las playas italianas cuando se pueda viajar de nuevo.

Como consejo, sirva para esta y todas las series italianas de este reportaje, mejor con subtítulos en italiano que en castellano. Ayudan a la comprensión y a familiarizarse con las letras dobles.

‘Made in Italy’ (B1)

Irene (Greta Ferro) es una joven estudiante de Historia de Arte en unos años setenta muy movidos en Milán. Revueltas, movimientos que bullen, el despegue de la alta costura, el feminismo da sus primeros pasos… En medio de un clima tan ajetreado como estimulador, ella acaba contratada en una prestigiosa revista de moda en la que llama la atención de algunos pesos pesados. Versace y Armani suenan todo el rato de fondo. Irene es joven, guapa, voluntariosa, firme e impresionable en un mundo de luces y sombras.

Sundance TV estrenó la primera temporada allá por junio y aún esta disponible en Movistar+ para rezagados. La mejor palabra en italiano para definir a esta serie es ‘carina’. Es amable, su protagonista no puede caer mal, tiene personajes divertidos y estrafalarios a su alrededor y algún que otro sobre el que descargar males de ojo. Seguir las andanzas en el mundo de la moda de Irene no es como bajar al infierno de Dante y es una buena escuela para empaparse de vocabulario relacionado con la moda, el periodismo y algún que otro término propio del momento histórico en el que se ambienta.

Series italianas: Made in Italy
Milán, años setenta y el mundo de la moda en ‘Made in Italy’. (Fuente: Sundante TV)

‘DOC’ (B2)

Como buena serie de la RAI, una de las cosas que más llama la atención de DOC es el nivel estético de su reparto –solo comparable con el de una serie de The CW o de Ryan Murphy– y el gran trabajo del equipo de peluquería y maquillaje para que la plantilla del Policlinico Ambrosiano salga de una guardia de 24 horas impecable. Basada en un caso real, cuenta la historia de un prestigioso médico, Andrea Fanti (Luca Argentero), al que un disparo en la cabeza le borra los últimos 12 años de su vida. Al despertar tiene que enfrentarse a todos los traumas de su vida personal que ya había superado y al hecho de pasar de ser el jefe a poco menos que un residente de primer año.

Cada capítulo cuenta con uno o varios casos médicos a resolver mientras se va desarrollando la trama central de quién quiere acabar con Fanti y se descubre si se saldrá con la suya. Es altamente adictiva (aviso a navegantes). Sobre todo por las historias personales de sus personajes y las relaciones entre ellos. Hay mucho amor en el aire, mucho vocabulario médico (se repite bastante así que después de varios capítulos se va asimilando) y algún que otro paseo por Milán que hace que la ciudad salga muy favorecida. Es especial, la zona del Naviglio. Está disponible en AXN Now completa.

‘El Milagro’ (C1)

Fabrizio Pietromarchi (Guido Caprino) se encuentra inmerso en medio de un referéndum para que los italianos decidan si quedan en la UE o cogen la puerta y se van. No es el mejor momento para que aparezca la talla de una Virgen que llora sangre. Más aún cuando quien gobierna es agnóstico y está convencido de que hay truco en esas lágrimas. Para evitar el colapso del país decide ocultar a la opinión pública el hallazgo. Il Miracolo gira en torno a cómo la aparición de esa talla sangrante afecta a todos y cada uno de sus protagonistas, creyentes o no, y cómo se conectan sus vidas. No es una serie fácil de ver. Tiene mucho de profundidad, ética, fe…

En resumen, no es tan ligera como las mencionadas antes. Pero fue de los mejores títulos que trajo Sky en su breve paso por España, lo cual quiere decir que por ahora no se puede ver salvo que se compre en formato físico. Algunos títulos de la desaparecida plataforma como El descubrimiento de las brujas y Patrick Melrose han acabado en el catálogo de Movistar+. Quizá esta también lo haga en un futuro. Mientras, siempre se puede ir practicando italiano con las sugeridas más arriba, ampliando vocabulario y agudizando el oído, porque la de Niccolò Ammaniti cuesta seguirla sin unas nociones sólidas del idioma. Se mezclan acentos, hay personajes que farfullan en algunos momentos y cuando la historia se desplaza al sur entenderles es para nota.

‘1992’ (C2)

Otra protagonizada por Guido Caprino y que podría ser intercambiable en esta selección de series italianas por niveles con la anterior. 1992 consta de tres temporadas (1993 y 1994 son las siguientes), la emitió Movistar+ y se centran en uno de los escándalos de corrupción más famosos en Italia, conocido como Tangentopoli. A aquel proceso judicial se le llamó ‘Mani pulite’ y salpicó a políticos y empresarios, principalmente. Caprino interpreta a un exsoldado convertido en político y Stefano Accorsi, ideólogo de la serie, a un publicista con pocos escrúpulos. Sus historias se entrecruzan con la de los otros protagonistas: el policía Luca Pastore (Domenico Diele), la heredera malcriada Bibi (Tea Falco) y la modelo aspirante a presentadora Veronica Castello (Miriam Leone).

1992 es una gran serie. Quizá no tenga tanta fama a nivel internacional como otros títulos como Gomorra y La amiga estupenda, pero su estreno en Italia superó a la primera. Fue todo un acontecimiento y el nivel de ese primer episodio se mantuvo. Eso sí, verla y entenderla, incluso con subtítulos, cuesta años de estudio o una habilidad innata para aprender otros idiomas. Porque, con tanto político envuelto en la trama de procedencias tan dispares los acentos se mezclan. Además, se mete en el terreno de lo judicial, los chachullos empresariales, los sobornos… La trama es compleja y el vocabulario, también. El esfuerzo merece la pena.

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