Pulseras rojas, Sé quién eres, Bienvenidos a la familia o Días de Navidad son solo algunas de las series en las que Pau Freixas ha estado al frente como creador. Ahora, tiene un nuevo desafío: Todos mienten, una ficción de Movistar+ protagonizada por Irene Arcos, que se encuentra a medio camino entre el thriller y la comedia. La presentación de esta producción en el FesTVal de Vitoria, que tuvo lugar del 31 de agosto al 4 de septiembre, estuvo marcada por la aclaración de que en la mayoría de proyectos de Freixas siempre ha habido una figura oculta: Eva Santolaria.
La actriz, que se dio a conocer por su papel como Valle en Compañeros y a la que más tarde hemos podido ver en 7 vidas, Los misterios de Laura o Sé quién eres, ha estado en todos los procesos de guion de las producciones de Freixas. Santolaria y el creador no solo llevan años siendo pareja sentimental, sino también profesional: «En toda mi carrera, desde que la conozco, te diría que Eva ha sido mi editora. Sin embargo, como habéis visto, en los créditos no consta, pero ha invertido muchas horas en lo que yo escribía, en editarlo y en pelearse conmigo», explicaba Freixas ante la prensa, «Creo que, en ese sentido, he sido muy injusto con ella. Tendría que haber estado en los créditos de todas las series y pelis que he hecho desde Héroes. Mea culpa».
Por lo que comenta, Santolaria está presente en la sala de guion desde la preproducción de un proyecto, «aporta ideas, sugiere cosas y machaca los guiones» y, tal y como desvela, nadie le exige más que ella. Para el creador, su ayuda significa mucho porque «no hubiera apretado tanto los guiones si no tuviera a alguien que me estuviera diciendo lo que está mal o lo que está bien». Explica, además, entre risas, que una de las frases que siempre le dice a ella para determinar la calidad de la idea es: «Entre una mierda y está bien, ¿está más cerca de ser una mierda o de estar bien?», a lo que ella contesta: «Está más cerca de ser una mierda». Asegura que esto es, claramente, «una forma de exigirme en los diálogos».
Después de estar años en la sombra, ha sido en Todos mienten donde Freixas y su equipo han «encontrado la fórmula de que aparezca en los créditos» y lo hace como analista de guion. El creador hacía hincapié en su error de que Santolaria no estuviera, de alguna forma, reconocida por su trabajo: «Ha sido una mujer oculta, la que está detrás de todos los méritos que yo me he llevado y creo que en Todos mienten se hace cierta justicia». Sin embargo, Freixas reflexiona sobre si debería hacerlo de forma más evidente y que su nombre apareciera junto al de él.
Una forma de expresarse
Santolaria declara que siempre le ha llamado la atención esta parte creativa de las ficciones: «Se me conoce por mi trabajo de actriz, pero siempre, de alguna manera, he estado leyendo los guiones y comentándolos, a veces con mis parejas y otras con mis compañeros de trabajo, amigos, guionistas o directores. Al principio lo hacía como un juego, pero luego me he dado cuenta de que cuando tienes parones profesionales, esto te da la vida». Para ella, estar en el proceso de escritura es «otra manera de estar trabajando y estar en ficción» y significa otra forma de expresarse y de sacar a la luz su creatividad.
Haber coincidido con Freixas, al que conoció en uno de sus castings para Cámara oscura (en el que, por cierto, no la seleccionó), ha sido todo un regalo para la intérprete. «Nos hicimos amigos y tuve la sensación de conectar con lo que hacía, algo que a mí me flipaba», explica, «Me fascina también estar en todo el proceso desde el primer momento, desde esa primera idea que a veces es una frase, un pensamiento o un reto que se cruza por la cabeza». Sin duda, que sean pareja lo facilita todo porque cualquier rincón de la casa es bueno para reflexionar y desarrollar nuevas ideas, aunque afirma que, sobre todo, «la terraza y la cocina son las dos estancias en la que ocurren a menudo estas cosas».
