Cualquiera que haya visto Hijos de la anarquía sabe que el síndrome de abstinencia cuando acabas de ver los dramas de los Teller es auténtico. Y fuerte. Echas mucho de menos a esa panda de motoristas desastrosos con inclinaciones delictivas y alianzas cuanto menos cuestionables y, por eso, fue un alivio que Mayans M.C. llegara a la palestra.
Pero el fuerte afecto de los seguidores de la serie original al final ha acabado siendo un lastre para este spin-off, al que no se ha sabido apreciar sin ponerlo continuamente en comparación con la serie de Jax y compañía.
Es imposible no salir perdiendo en esa comparación, pero aprovechando el estreno de su tercera temporada en HBO España, yo vengo aquí a reivindicar que Mayans M.C. merece una oportunidad y ser valorada sin la alargada sombra de SAMCRO oscureciendo sus aciertos.
Cosas de familia: el drama que no falte
Durante la primera temporada Ez, Angel, Coco y compañía parece que piden un poco de paciencia para descubrir un mundo que late de violencia y en donde las referencias a Hamlet se han sustituido por las leyendas y la magia retorcida de los niños perdidos condenados a vivir en Nunca Jamás, que claman venganza por aquellos que les obligaron a desaparecer por la noche, caer por la madriguera del conejo y cubrir sus cicatrices con dibujos de flores.
El club de los Mayans, como el de los Sons, es una familia y es precisamente eso lo que hace que podamos empatizar con ellos a pesar de las barbaridades, de los crímenes, de las represalias. Esa lealtad inquebrantable entre ellos es justo lo que hace que olvides que estás apoyando a unos delincuentes y dota de corazón a la ficción. En esta tercera temporada el drama familiar promete estar a niveles estratosféricos y con pocas posibilidades de solución satisfactoria (para ellos, a nosotros nos encanta verles sufrir).
Ya no estamos en Charming, Totó: un mundo de contrastes
La ficción de FX sabe que su tono es otro y que los elementos con los que juega son distintos a los de su predecesora. A diferencia de Fear The Walking Dead, aquí sí han sabido incorporar la mitología cultural de la frontera para establecer un espíritu diferente, aunque todavía conectado al universo al que pertenece. Vallas electrificadas, gente que intenta cruzar buscando una vida mejor para encontrar solo desgracias, multimillonarios que flexibilizan reglas que para otros son completamente rígidas, exuberantes jardines de mansiones frente a la inmensidad del desierto.
Cierto es que no se libra del “filtro México” de muchas producciones estadounidenses cuando hablan de aquellos lares, pero hay una clara intención de dotar de alma y de estética cada una de las tomas. Y que nos aspen si no te dan ganas de coger la moto y sentir el viento abrasador del desierto mientras conduces a toda velocidad.
De la pequeña a la gran escala
La propia temática y situación de la serie implica cambios drásticos en el tipo de problemas a los que se enfrenta el club son a mucho mayor escala. Aquí los tratos a pequeña escala y el IRA, dejan paso a los grandes cárteles. Esto ya de por sí implica que no te va a dar tiempo a aburrirte porque los problemas empiezan muy arriba. Aquí entra en escena Miguel Galindo, un “villano” encantador que a primera vista es la encarnación del sueño americano y con el que la serie juega tanto a la empatía como al rechazo, construyendo uno de los personajes más interesantes junto con Adelita. El particular “juego de tronos” en el que están embarcados ofrece grandes momentos y promete un viaje movido en la tercera temporada.
Una banda sonora para escuchar en bucle
Mayans M.C., en muchas ocasiones, entra más por el oído que por la vista. Tiene una banda sonora de esas que te permiten creerte que eres un fuera de la ley huyendo por la ruta 66 y que te pone muy en situación ya de primeras. Pero, además, es una serie que sabe escoger la canción perfecta, bien para resaltar la ironía de una situación, bien para remarcar su dramatismo. Recientemente solo he visto una ficción televisiva con semejante dominio del poder de la música para apoyar una narración audiovisual y semejante conciencia metatextual: The Umbrella Academy. Aunque no puedan ser más diferentes, en cuanto a su comprensión de las posibilidades musicales en sus respectivas historias ambas series no pueden ir más de la mano.
‘Mayans M.C.’ está disponible en HBO España.