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‘Vis a vis’ deja un legado de diversidad y thriller sin pudor

Imagen promocional de la primera temporada de ‘Vis a vis’. (Fuente: Atresmedia)

El año 2015 fue para la ficción española, de algún modo, como aquella temporada 2004/05 para las series en abierto estadounidenses. Al menos, desde un punto de vista mediático. Tras algunos amagos de producciones que aportaban algo distinto, pero no conseguían crear tracción (Crematorio es el caso más paradigmático), aquel año se estrenaban dos que fueron un poco la punta de lanza de la situación que estamos viviendo actualmente: El Ministerio del Tiempo y Vis a vis.

Las dos aportaban algo que hacía tiempo que no se veía en las apuestas de ficción de las cadenas generalistas. La primera terminó en 2017 dejando un legado de aventuras, divulgación de la historia de España y cuidado por todos los detalles de lo que se ve en pantalla que se unió a la visibilización mayor de la figura del creador (en este caso, los hermanos Pablo y Javier Olivares); la segunda finalizará como muestra de que apostar por el género (el thriller, en este caso) y por un reparto diverso puede dar buenos réditos.

La historia de Vis a vis, además, es la de cómo un fracaso abrió el camino para que, al final del camino, apareciera el mayor éxito internacional de la televisión española hasta el momento. Porque entre sus creadores figuraban Alex Pina y Esther Martínez Lobato, que llevan más de un año disfrutando del fenómeno de La casa de papel, y que en 2014 habían estrenado en Antena 3, aún trabajando para Globomedia, una serie que quería aunar el drama familiar, el lado un poco más canalla de un club nocturno y la música, Bienvenidos al Lolita.

Roberto Álamo era uno de los protagonistas de ‘Bienvenidos al Lolita’. (Fuente: Atresmedia)

El propio Pina ha reconocido posteriormente que se quedaron a medias de todo. La ambientación no era lo suficientemente sórdida para ser un cabaret luchando por sobrevivir y el tono era demasiado amable, demasiado parecido a otras producciones de Globomedia de los últimos años. Antena 3 ni siquiera emitió la temporada completa y sus responsables se pusieron a pensar en su siguiente movimiento. Lo que decidieron fue hacer algo en lo que no se pusieran cortapisas en el tono o en hasta dónde iban a llevar las historias que contara. Así nació Vis a vis.

Y, realmente, su estreno llamó mucho la atención porque, entre otras cosas, en el primer episodio moría una mujer siendo abrasada con una plancha de vapor. Su protagonista, Macarena Ferreiro, entraba en prisión acusada de fraude y se encontraba a una colección de hijas de puta, como se llaman ellas constantemente, que rápidamente se convirtió en el mejor activo de la serie. Y en una parte importante de su legado.

Porque si por algo ha destacado siempre Vis a vis es por el aire fresco que trajo su reparto. La cara más conocida del grupo de presas era Najwa Nimri, que no obstante llevaba ya un tiempo más dedicada a su carrera musical que a la interpretación, y el protagonismo recaía en una semidesconocida Maggie Civantos (que había participado en Bienvenidos al Lolita). A su alrededor estaban una actriz de teatro como Inma Cuevas, una Berta Vázquez a la que le faltaban aún unos pocos meses para ser vista en su primera película, Palmeras en la nieve, una Alba Flores que había tenido pequeños papeles hasta entonces (incluido uno en El tiempo entre costuras) y una veterana como María Isabel Díaz que había trabajado mucho en televisión sin que su nombre se hiciera conocido.

(Fuente: Atresmedia)

Su ambientación en una cárcel de mujeres llevó a que la serie se llenara de actrices de diferentes tipos físicos, colores de piel, identidades sexuales… Sus personajes eran complejos, capaces de lo mejor y de lo peor, y ya adelantaron esos grises morales por los que sus creadores se han movido en sus siguientes proyectos. El modelo reconocido del descenso a los infiernos de Maca era Breaking Bad, y por ese thriller sin respiro, y lleno de giros imprevisibles, se ha movido siempre la serie.

Por el camino creó una de las villanas más icónicas de la televisión española en Zulema (aunque es mucho más que la villana, que en Cruz del Sur y Cruz del Norte ha habido unas cuantas de ésas) y ha llevado al límite a mujeres dispuestas a hacer cualquier cosa por escapar de la cárcel, por sobrevivir a ella, por garantizar el bienestar de su familia o, simplemente, por amor.

En ese último aspecto, Vis a vis ha sido de las que más visibilidad ha dado a sus personajes LGTBI al mostrar relaciones lésbicas con importancia real en la trama (el triángulo amoroso de las primeras temporadas era el que formaban Saray, Rizos y Maca) e incluir en sus últimas entregas a una presa transgénero interpretada, también, por una actriz trans (Luna, a la que da vida Abril Zamora). No se ha librado de patinar de vez en cuando en sus tramas, pero rara vez ha perdido de vista el desarrollo de sus personajes.

Najwa Nimri, como Zulema en la cuarta temporada. (Fuente: FOX)

Pero el legado que Vis a vis va a dejar cuando finalice con su cuarta temporada no se limita a esa renovación en rostros y en la forma de narrar. Ha sido de las pocas series españolas que, tras ser cancelada, revivió en otra cadena (más de un año después de su primer final) y se convirtió en el estreno en producción propia de ficción de FOX España. Y en su salto internacional consiguió poner una pica en el complicado mercado audiovisual británico, donde antes se había visto Gran Hotel en un canal temático de pago. Vis a vis entró en el contenedor Walter presents de la web de Channel 4 y hasta consiguió que su primer episodio se emitiera en abierto.

Sin las reclusas de Cruz del Sur/Norte, además, no habríamos tenido La casa de papel, que fue la serie que Pina y Martínez Lobato crearon después para Antena 3, y es probable que una parte importante del público aún estaría anclado en la vieja manera de acercarse a las series españolas, con cierta distancia y utilizando como elogio aquello de “no parece española”.

Vis a vis ha ido evolucionando (las temporadas de FOX apuestan más por una trama trepidante, y se ha notado que estaban cerrando la historia abierta al principio) y ha sido testigo de cómo las plataformas de streaming están contribuyendo a que cambie el panorama de la ficción en España. Se terminará dejando también un importante movimiento fan (la Marea Amarilla) que, junto con los ministéricos, ha hecho que se prestara más atención a las respuestas en internet a las ficciones nacionales.

Las presas de Vis a vis eran todas unas hijas de puta, pero eran nuestras hijas de puta.

‘Vis a vis’ finaliza el próximo lunes 4 de febrero, a las 22:20 h., en FOX.

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