En 2007 llegaba a nuestras vidas Gossip Girl. Y uno de sus mayores alicientes –entre modelito de Serena van der Woodsen (Blake Lively) y diadema preppy de Blair Waldorf (Leighton Meester)– era averiguar quién estaba detrás de la Reina Cotilla. La Gossip Girl del título era una figura que se dedicaba a exponer todos los trapos sucios de la élite de Manhattan en su blog y a través de mensajes de móvil masivos (Twitter todavía no había descubierto la plena potencia del hashtag, eran años más inocentes hasta para destruir vidas). Al final del viaje en 2012 solo nos esperó la decepción. Tras seis temporadas uniendo los puntos, resulta que no habíamos unido nada: la Reina Cotilla era Dan Humphrey (Penn Badgley) y nada tenía sentido.
Pronto tendremos un reboot de Gossip Girl en HBO Max y, no vamos a mentir, junto con la ilusión de volver a estos niños pijos se nos ha reabierto la herida de «lo de Dan». Como no queremos llevarnos de nuevo otro disgusto con la nueva generación, hemos recopilado todo lo que no cuadra en semejante momento de conocimiento, de revelación, de anagnórisis… mientras cruzamos los dedos para que no se repita.
Humphrey finge que no es la Reina Cotilla incluso estando solo
El compromiso de Dan con su doble papel es tal que hasta cuando está solo pone cara de sorpresa al leer publicaciones que él mismo ha escrito. Y luego llamamos a Daniel Day Lewis actor de método. Esto sí que es compromiso. O un guion al que el final le ha hecho más agujeros que un colador. Los ejemplos son abundantes. Sin ir más lejos, cuando la Reina Cotilla informa al mundo de que Serena está buscando una cita para el baile de máscaras, Dan actúa como si no hubiera redactado el post con sus dos manos.
Pero hay más, no olvidemos cuando la correveidile digital por excelencia informa al mundo de que Georgina (Michelle Trachtenberg) está en la playa con su criatura en el tercer episodio de la cuarta temporada. De nuevo, Humphrey no puede poner mayor cara de asombro al leer la noticia. Solo en su cocina. El chico se ve que se tomó muy en serio aquello de ‘las paredes tienen ojos’.
Al principio de la serie, la monarca del marujeo se limita a airear las noticias, pero pronto empieza a ponerse en contacto con diferentes personas. De hecho, cuando Dan necesita encontrar a Juliet le envía un correo electrónico pidiendo la información y ella tiene todas las respuestas. Llega incluso a chantajearse a sí mismo. Esto en retrospectiva resulta un poco extraño. ¿Cómo es posible que haya cosas que sabe la Reina Cotilla y no Dan, si se supone que ambos son uno y la misma?, ¿si te extorsionas a ti mismo mismo es coerción o decisión?
El don de estar en dos sitios a la vez
En otras ocasiones es directamente imposible que Dan pueda haber posteado el escándalo de turno. No por cuestiones morales, más bien por el simple hecho de que alguien no puede estar en dos sitios a la vez. Y no han faltado las veces en las que el personaje de Badgley desafía las leyes del espacio tiempo.
En la temporada 5, durante la boda de Blair con el príncipe Louis Grimaldi de Mónaco (Hugo Becker), Dan es capaz de escribir una actualización para la Reina Cotilla mientras está de pie en el altar con centenares de personas mirando. Justo cuando la novia termina su entrada triunfal, publica un vídeo de ella profesando su amor eterno por Chuck, una escena que había tenido lugar solo minutos antes. Cualquiera que actualice un blog o página web de forma regular sabe que es imposible montar una noticia en dos minutos y eso sin tener en cuenta la falta de acceso a un dispositivo electrónico ya que estaban en plena ceremonia. O Humphrey tenía poderes… o becarios.
De soso a psicópata con un golpe de guion
Con esto tuvo especiales dificultades el episodio final, porque en principio se suponía que Dan nos tenía que caer bien. Era el personaje con el que era más fácil conectar: no era millonario y miraba las escandalosas vidas y la ocasional falta de escrúpulos de sus compañeros de instituto con una expresión perpleja. Y entonces llegó el golpe de guion final y a nada que uno se parase un poco a pensar llegaba a la conclusión de que le habían perdonado todos demasiado rápido.
La lista de barbaridades que directamente rozan la psicopatía es eterna. Anuncia al mundo que él y Serena tienen una media hermana, aquella vez que Serena fue a comprar una prueba de embarazo, especula con si el personaje de Blake Lively tiene una ETS (no sabemos cómo al final de la serie esta mujer dice que todo aquello en el fondo había sido una «carta de amor») o realiza un slut shaming a la que supuestamente es el amor de su vida en más ocasiones de las que podemos contar. Además, provoca el accidente de coche de Chuck Bass (Ed Westwick) y Blair Waldorf en el cual ella pierde el bebé al lanzar a todos los paparazzi en su persecución. También destrozó la carrera de su profesora Rachel a base de rumores… pero lo peor es lo de su hermana. Porque uno podría pensar que tendría un mínimo de lealtad a la familia. Pero no.
En lo que Jenny Humphrey está en la serie, al hermanísimo le da tiempo a poner en circulación múltiples rumores sobre su vida amorosa. Además, de una manera bastante mezquina. En la primera temporada, cuando Jenny todavía era un tierno corderito, habla de su hermana de quince años de una forma bastante preocupante e inquietante: «Se ha oído a Asher Hornsby presumiendo de que la Pequeña J ha cambiado su carta V. en su registro. ¿Nadie te ha enseñado, J.? Nunca deberías revelar el final si quieres que él escoja el libro de nuevo». Y cuando resulta que los rumores son falsos sentencia: «Parece que la Pequeña J. no se abría de piernas después de todo. En su lugar extendía mentiras». Estas cosas no se escriben de una hermana menor, se mire por donde se mire.
Los guionistas intentaron explicar esto diciendo por boca de Dan que Jenny lo sabía todo desde hace tiempo. Es más, le pidió ayuda para ganar reputación e incluirse en la élite. Argumento que podría resultar convincente, teniendo en cuenta las ganas de su hermana por pertenecer al mundo de Blair y Serena, pero entonces, ¿cómo explicamos que la regañara por enviar información a la reina cotilla o que expusiese sus actividades como traficante de droga? Porque eso no la ayudaba de ninguna forma o manera.
Desde luego, desvelar a Dan Humphrey como la Reina Cotilla redefinió el personaje de Penn Badgley. Pasó de ser un chico con bastantes ínfulas, pero con una cierta ética a convertirse en un precursor del Joe Goldberg de You.