Antena 3 estrenó anoche una de sus grandes apuestas de ficción para este 2021, La cocinera de Castamar, la adaptación de la novela homónima que escribió Fernando J. Múñez y publicó, en 2019, la editorial Planeta. Ambientada en el siglo XVIII, la serie de doce episodios se centra en Clara Belmonte (Michelle Jenner), una joven cocinera, y el Duque de Castamar (Roberto Enríquez), un hombre viudo. Se trata de una producción de época que se adentra en la corte de Felipe V a través de una historia de amor en la que no faltan traiciones, pasión y venganzas.
Tal y como hemos podido ver en su primer episodio, esta historia llena de atractivos por su diversidad de personajes y tramas llega con una gran factura, tanto en sus decorados como en el vestuario de los personajes. Este diseño de producción a la altura de las grandes series ha sido posible, según Sonia Martínez, productora ejecutiva de la serie y directora editorial de Buendía Estudios, gracias a «un equipo maravilloso» que ha afrontado este desafío «con mucho respeto, mucha documentación y mucho trabajo detrás, en este caso viendo mucho, consultando las fuentes, leyendo mucho de la época». Tareas en las que destaca especialmente el «trabajo técnico impecable» de Mercedes Canales en la Dirección de Arte y Bubi Escobar a cargo del vestuario de la serie que «a la vista está que es exquisito y realista a la vez».
Época con contemporaneidad
Martínez leyó La cocinera de Castamar antes de que fuese publicado porque «Belén y Raquel, dos personas que trabajan en Planeta, se pusieron en contacto conmigo y me dijeron que iban a sacar un libro y que les parecía que era una gran historia para llevar a la televisión». Fue algo en lo que ella coincidió, aunque era consciente de que «tenía un gran ejercicio de adaptación, porque era un libro muy extenso. Había que enfocar muy bien las historias que íbamos a contar, pero efectivamente había algo muy interesante detrás del libro».
A la hora de llevarlo a la pantalla, según la productora ejecutiva, «el reto era recrear ese universo con fiabilidad», pero también «darle contemporaneidad para que esas vicisitudes que pasan los personajes interesen hoy». Y esto último lo consiguieron dotándoles de una psicología reconocible para el espectador. «Clara es una mujer del siglo XVIII que al final tiene unos comportamientos y se enfrenta a las cosas de una manera muy activa, que la alejan del prototipo de mujer de esa época. A pesar de estar en un entorno que es el que es, ella afronta todo ese tipo de retos de una manera activa, teniendo en cuenta las circunstancias de la época. Y eso la hace muy diferente, en la concepción del personaje creo que hay algo muy contemporáneo».
Algo similar sucede con el rol de Roberto Enríquez que «dentro de que es el principal noble de la serie, no hacemos un noble hierático sino que es una persona permeable a las circunstancias que le rodean y que se deja enseñar e incluso aconsejar», explica Martínez. «Recogemos también algo que a primera vista puede ser algo que parece ser inusual pero había bastantes casos en la época, como es el hecho de que el Duque de Castamar tiene un hermano de color, negro, que su padre adoptó en su momento y no es un esclavo, y la dificultad que tiene para ser aceptado por el resto de la sociedad. Creo que hay bastantes temas que son muy de debate, muy actuales».
Jenner como Clara
Cuando le preguntamos si en el momento de leer la novela de Fernando J. Múñez se imaginó algún actor o actriz interpretando un personaje en concreto, Martínez reconoce que «cuando lees el libro es Michelle quien se te viene a la cabeza que puede encarnar a Clara porque tiene esa serenidad que tenía el personaje y a la vez esa belleza». Pero también destaca la «sencillez y el aplomo» que la actriz barcelonesa tiene «a la hora de construir personajes y de interpretarlos». «Creo que es el caso más claro», sentencia.