Tom Payne y Michael Sheen (Fuente: IMDB)
Este artículo ha sido escrito después de ver ocho episodios de la primera temporada de ‘Prodigal Son’. No contiene spoilers.
Las series procedimentales suelen llevar adherido cierto tonito haciéndolas de menos. Algo así como la gama facilona de un producto que puede ser excelso. Lo cierto es que ese es un gran error. Si algo nos dicen los títulos de este último par de décadas es que se pueden dar ejemplos fantásticos de casi cualquier categoría que se nos ocurra. Incluidas las procedimentales. Y Prodigal Son va por el camino de ser una de ellas.
En esta serie, Tom Payne hace las veces de un perfilista atormentado que ayuda a la policía a solucionar casos mientras intenta aprender a soportar el hecho de ser hijo de un brutal criminal que vivió oculto durante un montón de tiempo. Como Castle, El Mentalista o cien ejemplos más, es un procedimental de casos de la semana que se resuelven antes de terminar el capítulo, con un protagonista cuya historia personal lo hace más interesante. Pero Prodigal Son tiene ingredientes que la hacen muy buena y que pueden conducirnos a una historia con mayores aspiraciones.
(Fuente: IMDB)
Michael Sheen
Sin duda él y su papel como El Cirujano son unos de esos hechos diferenciales que la hacen interesante. Logra construir un personaje que a la vez es dulce y provoca pavor. Sheen ya alzó un ejército de seguidores con Good Omens que rondan por el mundo disfrazándose de Azirafel . Es imposible que no te enamoren los ojos saltones, pero lo que está construyendo con su sonrisa en Prodigal Son juega en otra liga. Combina momentos de devoción absoluta al desmembramiento de seres humanos con una narración ensoñadora de alguna de sus docenas de víctimas cuando corría libremente por el mundo, y acto seguido vuelve a sonreír, enseñando todos los dientes, por lo feliz que se encuentra por ver a su hijo.
Aporta un contrapunto que a la vez concentra amor, clase, humor y la seguridad de que los traumas de Malcolm, su hijo, son pequeños para lo que podrían ser. Y además es un tipo con muchas tablas, que sabe cambiar de registro, que ora con estilo y que da vida a un personaje complejo y enamoradizo como el Doctor Lecter en sus mejores tiempos.
(Fuente: IMDB)
Sus secundarios
Como quien no quiere la cosa, Prodigal Son reúne varios nombres curiosos. A Tom Payne lo pudimos ver en The Walking Dead, así que los papeles protagonistas están en manos de personajes con recorrido propio. Pero no son los únicos. Su madre no es otra que Bellamy Young, a la que vimos y disfrutamos durante años en Scandal haciendo de Primera Dama. En este caso encarna a una señora bien, llena de dinero y de prestigio familiar que ha quedado arrinconada socialmente al saberse de quién era mujer. Uno de esos papeles donde le toca hacer una mezcla entre madre coraje y señora paranoica. Aunque no tengo claro que sea paranoia cuando demostrará tener más que motivos para el nerviosismo.
Otros nombres menos conocidos completan la ficción. Keiko Agena, a la que cualquier persona de bien recuerda por ser la mejor amiga de Rory Gilmore, encarna a una forense con un retorcido humor y una presencia sólo explicable en alguien que vive rodeada de muertos. Es uno de esos personajes de fondo que apenas los percibes pero que suman notas de humor para que la serie no se convierta en un drama demasiado oscuro.
Junto a ella gente como Alston Sage (Alara Kitan en The Orville), Lou Diamon Phillips o Frank Harts, a quien conocemos de Billions, y que hace uno de esos papeles de señor grandote y fuerte que intenta imponerse y que se topa con un perfilista que vive en otra onda en la que el miedo ante la presencia física no afecta.
(Fuente: IMDB)
La evolución mostrada
Con los ocho episodios que hemos podido ver ya en España, la serie ha demostrado que tiene intención de crecer y una historia con más enjundia que contarnos. Si bien el acompañamiento del Cirujano era un añadido muy interesante en su arranque, estas dos últimas semanas nos han demostrado que va más allá.
La historia de Malcolm y de su familia no ha terminado, y las complicaciones ligadas a su parentesco criminal van más allá del ostracismo social. Como le pasaba a Person of Interest, y salvando toda distancia temática que pueda tener, los casos semanales son una excusa. Buena, entretenida y que atrapa, pero una excusa. Tras ella algo más, un gran enemigo con el que enfrentarse que, astutamente, no ha sido presentado al final de la temporada sino desde el séptimo episodio, en el que todo se vuelve más enrevesado y menos evidente.
Todas esas pistas que nos han ido dejando en los primeros capítulos y que parecían detalles ornamentales empiezan a tener su lugar para explicar otras cosas, y el afán por recordar la infancia de Malcolm o las neurosis de su madre cobran todo el sentido. Por delante podemos encontrar algo interesantísimo y que aún hay que desvelar.
Si has llegado hasta aquí y no la has comenzado, si te daba pereza, dale una oportunidad. Llegan las navidades, estás a tiempo de ponerte al día y amar un poquito al Cirujano y su tropa con todos nosotros.
‘Prodigal Son’ se emite los lunes, a las 22:05h, en TNT.