El año 2020 se llevó muchas cosas, entre ellas Vertigo, el sello adulto de DC Comics donde se han publicado algunos de los mejores tebeos jamás escritos (y dibujados). Sin embargo, las chimeneas de aquella fábrica que alumbró los universos de series como Preacher y Lucifer no han dejado de echar humo; si bien no publican viñetas nuevas, sus historias se han convertido en material codiciado para las adaptaciones televisivas, tras años de rebotar por los despachos de las networks donde no recibían luz verde. La más reciente, que llega este miércoles a Disney+, será la versión para la pantalla de streaming de Y: El último hombre, pero no será la única de estas historietas excéntricas nacidas en el arcén del mainstream que cobrará vida.
La que más desearán ver los lectores acostumbrados a las rudas páginas de Vertigo es sin duda The Sandman, la serie basada en el cantar del dios prisionero Morfeo que firmó a finales de los 80 Neil Gaiman, uno de los muchos guionistas británicos que poblaron el sello americano en sus primeros días. Será Allan Heinberg (Anatomía de Grey, The Catch) quien culmine el traslado a la televisión, que empezó a rodarse en octubre del año pasado y que, como tantas otras, sufrió los retrasos propios por el coronavirus. La ficción, que veremos en Netflix, traerá la psicodélica odisea del personaje de Gaiman a la época actual.
Algo tienen los proyectos basados en aventuras de Vertigo, porque se pasan años siendo manoseadas por productores y ejecutivos. La que estrena Disney+ (original de Hulu), Y: El último hombre, dio casi tantas vueltas como la de Neil Gaiman. Esta fábula distópica sobre un mundo en el que han muerto todos los mamíferos con cromosoma Y, excepto el joven Yorick –el protagonista, claro– y su mono Ampersand, empezó a sonar en Hollywood en 2007 como una película de New Line Cinema y, tiempo después, como serie cuando Brian K. Vaughan, que escribió la historieta para los lápices de Pia Guerra, readquirió los derechos del tebeo. Dos directores, cuatro guionistas y tres productores después, se materializa al fin.
Menos sonará DMZ, una crónica dramática desde una Manhattan convertida en zona desmilitarizada en la que ya trabajan Ada DuVernay (Así nos ven) y Robert Patino (Westworld) para HBO Max. Patino, que será showrunner y escribirá todos los episodios, compuso también el piloto dirigido por DuVernay que convenció a la plataforma de WarnerMedia de encargar una miniserie de cuatro episodios, que se está produciendo este año. El cómic original, sucio y sobrecogedor, es de Brian Wood y Riccardo Burchielli.
Otros tebeos de Vertigo igual de merecedores de una buena adaptación llevan en el limbo de las series varios años, y no parece que vayan a abandonarlo pronto. Hablamos, por ejemplo, de la adaptación de 100 balas, la exploitation mafiosa de Brian Azzarello y Eduardo Risso, que prometieron producir al alimón Tom Hardy y Warner y de la que nada se sabe desde 2015; o de Los invisibles, tebeo de un Grant Morrison en plenitud que cumple ya tres años en las silenciosas manos de Universal. Darían también para magníficas series Transmetropolitan y American Vampire, si me preguntan.
Las adaptaciones podrían ser tantas como cómics editó Vertigo. Si hicieran una serie por cada tebeo excepcional, no digamos ya mínimamente bueno, de de aquella cantera milagrosa, no acabaríamos nunca de verlas. Historias hay de sobra, pero a ver quién se atreve a medirse con ellas.