Crítica: ‘Star Trek: Discovery’ 1×15 — ‘¿Me coges de la mano?’

por Marina Such12 de febrero de 2018

Burnham y Sarek, durante el final de temporada. (Fuente: CBS All Access)

Star Trek: Discovery parecía estar encaminando el final de su primera temporada hacia un gran enfrentamiento con los klingon. La guerra está prácticamente perdida y éstos se encuentran a las puertas de la Tierra, dispuestos a atacarla y aniquilar a los humanos. La Federación, desesperada, recurre a la emperatriz Georgiou para que aplique el método terrano a sus intentos de evitar más que una derrota, la destrucción de toda su forma de vida. Ese método, por supuesto, implica que, si quieres evitar el genocidio de tu especie, tienes que buscar el de la especie que te ataca.

Lo que hace este ¿Me coges de la mano? es regresar al conflicto con el que arrancó la serie, el conflicto con el que Burnham ha estado lidiando durante toda la temporada. ¿Hay que descartar nuestros principios morales en aras de una victoria? ¿Están la crueldad y la masacre justificadas si con ellas se logra la supervivencia? ¿O, como se repite en Battlestar Galactica y hasta en Los 100, no sólo hay que sobrevivir, sino hay que merecer esa superivencia?

La presencia de Lorca ya era todo un comentario sobre esas cuestiones. Él estaba dispuesto a todo con tal de ganar la guerra contra los klingon (y regresar a su universo), y el motín de Burnham estaba motivado por el mismo dilema. Ha sido uno de los conflictos centrales de la temporada, por lo que es lógico que acabara centrando su último episodio.

Puedes sacar a la chica del Imperio terrano, pero no el Imperio terrano de la chica. (Fuente: CBS All Access)

La debilidad de Burnham al rescatar a la emperatriz es una ventaja táctica para la Federación y, al mismo tiempo, una bomba de relojería. Georgiou ofrece información sobre los klingon que no podrían obtener de otro modo, y también tiene los pocos escrúpulos y la determinación para exterminar a todos los habitantes de Qo’Nos sin pestañear. ¿Puede la Federación seguir viviendo con el conociemiento de que ha aniquilado a casi toda una especie, aunque fuera para garantizar su supervivencia? Aquí es donde Burnham asume su rol de personaje central de Star Trek: Discovery, y donde la serie sigue claramente los mandatos de Gene Roddenberry y su creación original.

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Siempre hay que buscar otra manera. Si la opción es un genocidio, hay que pensar en otro modo de alcanzar un acuerdo que salve a la humanidad sin que otra especie tenga que pagar el precio del hierro, que dirían en Juego de Tronos. Michael Burnham lleva toda la temporada buscando esas alternativas y hace bien en desconfiar cuando Georgiou es puesta al frente de la misión para, en teoría, obtener información estratégica de Qo’Nos que pueda ayudar a la Federación.

Es una curiosa decisión que, para el último episodio de la temporada, no veamos ninguna batalla espacial ni que los enviados a la misión secreta al planeta de los klingon acaben involucrados en una pelea por sus vidas. Todo es más “intelectual”, por decirlo de algún modo. Cada uno tiene una manera de procurarse la información que necesitan, desde Georgiou mezclando negocios y placer a Tyler tirando de los recuerdos de Voq, y todo acaba cristalizando en un cara a cara verbal y emocional entre Georgiou y Burnham.

A partir de ahora, llamadla comandante Burnham, oficial científico de la Discovery. (Fuente: CBS All Access)

La segunda se la juega sobre la asunción de que la primera (como le ocurrió a ella) no quiere verla morir otra vez, y apuesta también en que L’Rell es sincera cuando afirma que quiere unir al Imperio klingon y hacerlo de una manera diferente. Son dos apuestas que le acaban saliendo bien, y que muestran que Burnham tiene madera para ser una digna heredera de la estirpe de capitanes de la saga de Star Trek.

Otro asunto es que Star Trek: Discovery ha perdido un poco de la tensión y del nivel que adquirió en su arco en el universo espejo. El regreso a su dimensión quizás habría necesitado algún episodio más para que los nuevos conflictos pudieran desarrollarse mejor y, por ejemplo, el último episodio se habría beneficiado de algunos minutos más para que toda la historia respirara más. La revelación de lo que Georgiou va a hacer resulta muy efectiva (que Tilly lo descubra por accidente es un buen punto), pero los acontecimientos se suceden muy rápido para que tengan peso.

No obstante, no es un mal cierre para la temporada. Es bastante definitivo, algo que los showrunners buscaban para tener algo parecido a un nuevo comienzo en la segunda entrega, una entrega que afirman que estará más orientada a los objetivos de exploración originales de Star Trek. Y ahí entra el sorprendente cliffhanger que enlaza definitivamente a Discovery con el gran universo de la saga: la recepción de una llamada de socorro de la USS Enterprise.

¿Se reunirá Sarek con su hijo Spock? (Fuente: CBS All Access)

Es un detalle final que, incluso si CBS All Access no hubiera renovado la serie, habría sido un bonito enganche con la Star Trek original, más allá de que su sintonía suene en los créditos finales del capítulo. Crea el problema de que los personajes icónicos de la franquicia ensombrezcan a los nuevos y, sobre todo, a Burnham, algo que los responsables de Star Trek: Discovery afirman que, por ahora, no va a pasar; aunque Spock esté destinado en la Enterprise en esa época, no hay planes para encontrar un actor que le dé vida en la segunda temporada.

La interacción entre ambas naves, de todos modos, era algo inevitable. La serie transcurre sólo diez años antes de que el capitán Kirk empezara su misión, y teniendo en cuenta todos los guiños que ha habido a Star Trek: Enterprise, habría sido raro que se ignorara a la serie que lo inició todo. Cómo se va a hacer esa integración no se verá hasta, quizás, el año que viene.